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Benidorm descarta sancionar a los bañistas que reserven sitio en las playas

El Consistorio rechaza que haya denuncias de usuarios y no contempla modificar la ordenaza

Benidorm descarta sancionar a los bañistas que reserven sitio en las playas

Polémica zanjada, al menos para el Ayuntamiento de Benidorm. El Consistorio rechaza sancionar a los bañistas que día tras día, durante todo el verano, dejan sus sombrillas y sillas plantadas en la primera línea de la arena y se marchan de la playa para reservar sitio junto al mar. Así lo confirmó el edil del área, Lorenzo Martínez, quien rechazó que la concejalía que dirige está pensando en modificar la ordenanza reguladora de Gestión del Uso de las Playas -aprobada en 2009- para incluir sanciones a los usuarios que llevan a cabo estas prácticas.

Efectivamente, en la citada ordenanza no se recoge como sanción el hecho de reservar sitio en los arenales. Tan sólo se prohíbe esta práctica antes de las 8 de la mañana por motivos de limpieza de las playas. En el artículo 53 se especifica: «Queda prohibida durante todo el año y a cualquier hora la instalación de tiendas de campaña, las acampadas, así como cualquier tipo de ocupación de la playa, salvo autorización expresa de la autoridad competente. Como excepción a la prohibición general y para una mejor utilización y disfrute de la playa, solo serán permitidos parasoles, sillas, paravientos y mesas de complementos que no supongan un obstáculo a los servicios de limpieza».

«No tenemos previsto aplicar sanciones, en estos casos lo que debe primar es el sentido común y creemos que debemos buscar otras fórmulas para que la convivencia en las playas sea lo mejor posible», indicó al respecto Martínez. En este sentido, el concejal insistió que está permitida la presencia de sombrillas y sillas y otros elementos y que serán retirados, tal como consta en la ordenanza, sólo en el caso de que entorpezcan las labores de limpieza.

Otros municipios de la provincia, como Torrevieja imponen multas de hasta 150 euros a los bañistas que delimitan y ocupan un determinado espacio en la arena. En Gandía, esta práctica llega a costar a los usuarios hasta 750 euros. Este mismo verano el Ayuntamiento de esta localidad valenciana retiró sombrillas plantadas a primeras horas de la mañana porque impedían las labores de limpieza de los arenales.

Martínez rechazó también que el Ayuntamiento de Benidorm o la Policía Local haya recibido quejas o denuncias formales por este motivo. No obstante, las críticas hacia el Consistorio por permitir la ocupación del espacio público se suceden tanto en las mismas playas, especialmente en la zona de La Cala, donde los usuarios llegan a disponer montículos de arena delante de sus pertenencias para evitar que agua del mar las moje, como a través de las redes sociales.

Antecedentes

En 2008 y bajo gobierno del PP, en el momento de aprobar la vigente ordenanza que regula el uso de las playas se contempló la posibilidad de incluir sanciones de hasta 150 para quienes reservaran sitio en los arenales. Finalmente, la propuesta no salió adelante. En 2014 esta iniciativa se volvió a plantear y fue descartada entonces por el edil de playas, Vicente Juan Ivorra, de CDL, ya que se consideró que el coste de la aplicación de la normativa reportaría más perjuicios que beneficios al Consistorio.

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