Operaciones que suman retrasos de doce meses más sobre la lista de espera, que en algunos casos ya acumulan más de un año de demora, y otras que hay que cancelar porque los anestesistas no dan abasto. Ésta es la situación que está viviendo el Hospital Comarcal de la Marina Baixa, donde la falta de anestesistas ha obligado a Sanidad a cerrar desde el pasado mayo los quirófanos para realizar cirugías por la tarde -que tenían como objetivo reducir las listas de espera- y a suspender las consultas de anestesia al no haber profesionales para poder atenderlas. Así lo denunció ayer la Junta de Personal del Departamento de Salud comarcal, un problema que también reconocieron fuentes de la gerencia, si bien en ambos casos destacaron que se está trabajando para contratar personal de clínicas privadas, por días concretos o incluso por horas, con el que paliar estas deficiencias.
El Hospital de la Marina Baixa, ubicado en La Vila, cuenta con una plantilla de catorce anestesistas para una población de derecho de más de 200.000 habitantes, a lo que hay que añadir toda la población flotante que tiene en esta zona su segunda residencia o no figura en los censos. La cifra representa la mitad de especialistas que recomienda la Comunidad Europea, fijada en 13 anestesistas por cada 100.000 habitantes, lo que hace que la ratio de la comarca sea una de las más bajas de la Comunidad. Pero a ello se suman otras circunstancias.
Según datos de la Junta de Personal, cuatro profesionales llevan varios meses de baja sin sustituir y otros cuatro se encuentran de vacaciones, por lo que en realidad tan sólo hay seis especialistas en activo para atender toda la actividad quirúrgica del centro, anestesias sin cirugía -como la epidural-, además de las guardias. Debido a esta falta de personal, cada anestesista ha de realizar 16 guardias mensuales, lo que a juicio de la Junta de Personal genera un «exceso de trabajo que podría hacer mermar la seguridad en los procesos anestésicos», dado que los profesionales están «saturados».
Descenso de la actividad
Los datos que manejan los representantes sindicales apuntan a que, entre enero y mayo de este año, se ha producido un descenso de 400 intervenciones con anestesia general con respecto a los datos del año anterior y una disminución de 2.000 en primeras consultas. Además, se está viendo afectada la actividad que requiere cierta premura: «Hay gente que está ingresada en planta esperando para operarse y no la operan por falta de tiempo», señalaron fuentes de la Junta de Personal, que pusieron el ejemplo de pacientes «que se rompen la cadera y deberían ser operados al día siguiente, pero no son intervenidos hasta tres o cuatro días después».
Por este motivo, reclamaron a la Conselleria de Sanidad Universal que «demuestre la preocupación por este departamento y que lo dote del personal necesario».
Incorporación de profesionales
Ante esta denuncia de la Junta de Personal, fuentes de la dirección del área de salud reconocieron ayer la problemática que se ha generado por la escasez de anestesistas y admitieron que «la plantilla se encuentra ajustada». Según aseguraron, es cierto que se han llevado a cabo menos operaciones con anestesia general, pero han aumentado las que requieren anestesia local, por lo que, según sus datos, el número total de intervenciones tan sólo se ha mermado entre enero y junio en 22: 4.686 en 2015 por las 4.664 de 2016, sin especificar cuántas fueron con anestesia completa y cuántas con parcial.
Desde la gerencia afirmaron también que ésta es «una especialidad demandada, que en hospitales más pequeños, como es el caso de La Vila, es más difícil de cubrir para unos meses», pero aseguraron que a los seis anestesistas que están en activo se les ha sumado otro un día a la semana y se está negociando otra incorporación más para hacer guardias.
