El Ayuntamiento de Benidorm va a registrar ante el Ministerio de Medio Ambiente la huella de carbono de sus playas, es decir, el cálculo de las toneladas de CO2 que anualmente se derivan de la gestión de todos los servicios de las mismas: salvamento, actividades de ocio, limpieza. El objetivo es reducir las emisiones de CO2 y hacer así las playas más sostenibles.