Los refuerzos de seguridad nacional prometidos de cara a la época estival todavía no han llegado a Benidorm. Así las cosas, la capital de la Costa Blanca afronta el inicio de la temporada turística sin los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) que aterrizan cada verano en la ciudad para dotar de mayor vigilancia en sus calles ante el aluvión de visitantes, como confirmaron ayer fuentes oficiales consultadas por este diario. Mientras en la zona inglesa del Rincón de Loix los problemas van «in crescendo», según denuncian los propios residentes. De hecho, la Plataforma de Vecinos en Acción de Benidorm ha recogido más de mil firmas para reclamar al Ayuntamiento benidormense más seguridad en la calle Mallorca y sus alrededores.
Hay que tener en cuenta que durante los últimos meses, los bares de la también conocida como «zona guiri» han sido el escenario de varios altercados violentos en los que se han llegado a ver envueltos los propios porteros de los locales, como ha venido publicando este diario. A ello, hay que añadirle la problemática de las mujeres que utilizan el sexo como reclamo para atraer a los turistas ebrios que deambulan por estas calles y, después, robarles.
Por ello, los propios vecinos han decidido dar un paso al frente e iniciar una recogida de firmas para exigir mayor seguridad en la zona. Así se trasladó ayer al Consistorio a través de un escrito al que tuvo acceso este periódico en el que la Plataforma de Vecinos en Acción de Benidorm reclama «una mejora real de la seguridad en la zona del Rincón de Loix ya que consideramos que durante estos últimos meses ha empeorado exponencialmente». Junto a ese documento se hace entrega de 1.040 rúbricas de residentes y turistas de la llamada «zona guiri» para justificar la petición.
Turismo de borrachera
«Los vecinos y trabajadores de la calle Mallorca y aledaños sienten miedo», exponía ayer una de las portavoces de la asociación vecinal tras haber presentado el documento en el Consistorio. «Lo que se percibe de manera generalizada es que los visitantes de mayor poder adquisitivo van en descenso dando paso al turismo de borrachera», relataban ayer desde la Plataforma. De ahí que los residentes reclamen al Ayuntamiento elevar las medidas de seguridad.
Para más «inri», a estas alturas del verano todavía no han desembarcado a Benidorm los agentes de la UIP que permiten reforzar la vigilancia. «Se espera que lleguen cerca de 25 agentes la próxima semana», explicó ayer a este diario el comisario de Benidorm, Juan Carlos Hernández, a la vez que justificó el retraso al señalar que en el territorio nacional han tenido lugar otros eventos que requerían de fuertes dispositivos policiales como la visita del presidente de EE UU, Barack Obama. No obstante, Hernández aseguró que «la zona inglesa está bastante controlada» y recalcó que hay patrullas que vigilan las calles cada día.
Horas extra
Fuentes sindicales de la Policía Nacional de Benidorm señalaron que la fecha prevista para la llegada de efectivos es el próximo martes 19 de julio. Asimismo, lamentaron que la alternativa a las carencias de personal pasa por ofrecer a los agentes realizar horas extra de manera voluntaria a cambio de días libres. Una medida que no ven con buenos ojos. «Dentro de unos meses, se pedirán las libranzas que les corresponde y estaremos sin efectivos otra vez», criticaron.
Por su parte, el edil de Seguridad de Benidorm, Lorenzo Martínez, admitió que la problemática en la «zona guiri» esta ahí, aunque le quitó hierro al asunto al señalar que se trata de un problema muy focalizado. En esa misma línea, recordó que desde el Consistorio ya se ha solicitado a las autoridades judiciales la emisión de órdenes de alejamiento de la zona inglesa para aquellos que están fichados y, de esta forma, evitar nuevos incidentes. De momento, sigue a la espera de la respuesta del juez decano.
