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Salud Pública detecta partículas nocivas en la red de agua del Hospital de la Marina Baixa

La dirección remite una nota a todo el personal y cuelga carteles para alertar a los usuarios de que no beban del grifo

El documento que alerta de que el agua no es apta para beber.

«Les informamos que hasta nueva comunicación el AGUA no es APTA para el CONSUMO HUMANO». Éste es el mensaje textual difundido ayer por la dirección del área de salud de la Marina Baixa para alertar a profesionales y usuarios que estos días se encuentran ingresados o acompañando a enfermos en el Hospital Comarcal de que eviten beber agua del grifo. Un análisis realizado por Salud Pública en la red interna de hidrantes del centro hospitalario ha detectado la presencia de partículas contaminantes en las tuberías del edificio, que podrían acarrear consecuencias para la salud si se consume el agua que fluye por las mismas. La gerencia del departamento confirmó la presencia de estas partículas nocivas y explicó que esta comunicación se ha realizado con carácter preventivo, dado que sólo existiría riesgo «si se produce un consumo excesivo», sobre todo en casos de personas inmunodeprimidas.

Según la información recabada por este diario, el problema detectado en la red de aguas del Hospital deriva de un tratamiento de limpieza y desinfección que se llevó a cabo hace unas semanas en todas las cañerías del centro tras detectar la presencia de la bacteria de la legionela. Estas mismas fuentes explicaron que, una vez detectado el brote de legionelosis, que según Sanidad no habría afectado a pacientes y que calificaron como «algo habitual en centros hospitalarios o grandes edificios», tanto la gerencia sanitaria como el departamento de Salud Pública pusieron en marcha un tratamiento «exhaustivo», con varios procesos de hipercloración y otros productos químicos que habrían permitido controlar la presencia de esta bacteria.

Ahora bien, las analíticas que se están desarrollando cada semana para confirmar la eliminación de la legionela habrían arrojado ahora niveles alterados en otros parámetros del agua, que desde la Conselleria de Sanidad atribuyeron a la presencia de restos de los productos utilizados para desinfectar la red y por el propio desgaste que éstos ocasionaron en las tuberías. Tras tener conocimiento de que el agua no es apta para el consumo, ayer mismo la gerencia remitió a todos los departamentos un comunicado alertando de la situación y, además, colocó carteles en los aseos colectivos del hospital e informó a todos los pacientes para reducir los posibles riesgos que pudieran derivarse.

La decisión ha sido asumida de manera desigual entre personas ingresadas en el hospital consultadas por este diario. Si bien mayoritariamente trasladaron que estos días han bebido agua embotellada y no del grifo, pese a que aún no se les había informado de la situación, algunos mostraron dudas sobre si el agua de la red se puede usar para lavarse las manos o para el aseo personal. Trabajadores del centro explicaron que estos usos no comportan ningún riesgo y que, por ejemplo, no se ha dejado de emplear este agua ni siquiera para bañar a bebés recién nacidos.

El bar se queda sin servir cafés

Paralelamente a las precauciones adoptadas con respecto al uso de agua del grifo para beber, en la cafetería del hospital también se ha dejado de servir café de máquina y se han dejado sin servicio, también, las expendedoras de café diseminadas por distintas plantas y zonas del centro, dado que el agua también proviene de la red.

Fuentes de la gerencia no pudieron concretar el tiempo que se mantendrá esta alerta preventiva, que continuarán realizando controles periódicos para analizar el agua y reiteraron que el riesgo para la salud es «mínimo».

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