Un centro de formación privado de Benidorm ha reclamado al Ayuntamiento el pago de unas facturas derivadas del uso de la piscina de sus instalaciones durante cuatro meses por parte de un club de natación local en el año 2015. El documento, al que ha tenido acceso este diario, cifra el gasto en 4.797,02 euros y mantiene que se han realizado numerosas gestiones para el cobro que han resultado «infructuosas» y advierte de la decisión del colegio de recurrir a la vía judicial si el Consistorio sigue en su negativa de no abonar la totalidad de las facturas que se le reclaman.
Los hechos provienen de marzo de 2015, coincidiendo con el brote de legionela detectado en la piscina municipal del Palau d'Esports, que obligó a cerrar la instalación durante quince días. Entonces, el todavía alcalde, Agustín Navarro, firmó una resolución en la que solicitaba al colegio Lope de Vega «autorizar el uso de la piscina a los niños integrantes» de dicho club, «mientras dure el cierre de nuestras instalaciones». En el mismo escrito apuntaba que «los gastos devengados por el uso de las instalaciones deberán remitirlos a Deportes para su pago efectivo», con lo que asumía que sería el propio Consistorio quien los abonaría.
Cuatro meses
Ahora bien, el escrito del primer edil decía textualmente que este convenio se llevaría a cabo durante el tiempo en el que estuviera cerrada la piscina municipal, un plazo que se prolongó del 9 al 24 de marzo; esto es, 15 días. Sin embargo, las facturas emitidas por el centro incluyen pases a la piscina de aquellas fechas, pero también de los meses de abril, mayo y junio, cuando las instalaciones públicas estaban ya a pleno rendimiento. Este hecho motivó que antes de las elecciones municipales de mayo de 2015, el anterior edil de Deportes, Juan Ramón Martínez, también del PSOE, devolviera las primeras facturas, como también hizo con posterioridad su sucesora, la popular Ana Pellicer.
Preguntada acerca de esta cuestión, la concejal del PP afirmó que existen informes técnicos que le impiden atender la reclamación íntegra del centro, al apuntar que las facturas presentadas no se «adaptan al periodo conveniado con esa entidad (...)», que debía limitarse a quince días y no a cerca de cuatro meses, como finalmente ocurrió. Los técnicos también afirman en su informe que desconocen los motivos por los que el club nadó allí hasta junio.
¿Por qué se prolongó entonces el plazo? Al parecer, según explicaron distintas fuentes, el propio exalcalde dio permiso verbal al club para que se continuara nadando en la piscina privada con cargo a las arcas públicas, a pesar de que no había presupuesto y ya estaba cerrado el episodio de la legionela. Así lo reconoció el propio Navarro hace semanas en una comisión informativa, donde reconoció que no existió «retención de crédito ni constancia documental alguna». Ante esta situación, que Pellicer tildó de «problema heredado», la edil de Deportes explicó ayer que el Ayuntamiento ha pedido el desglose de las facturas para atender los 15 días que los técnicos le autorizan abonar y dijo que se están «estudiando fórmulas que no perjudiquen a ninguna de las partes».
