Iris Soriano y Helena García, representantes de la Junta Local Fallera de Benidorm en 2016, serán las últimas festeras que lucirán la banda de Fallera Mayor y Fallera Mayor Infantil en la ciudad. El colectivo fallero ha decidido mayoritariamente suprimir esta figura de cara al próximo ejercicio, en una asamblea celebrada la noche del miércoles y que ha abierto un cisma entre las tres comisiones que celebran las fiestas de San José en la ciudad.
Las fallas de Benidorm llevan años debatiendo sobre la necesidad o no de este cargo, creado en el año 2002 y que han ostentado desde entonces, por turnos de un año, las comisiones de Els Tolls, Benidorm-Centro y Rincón de Loix, aportando a las falleras mayores e infantiles del ejercicio anterior.
Las voces que apostaban por suprimir el cargo alegan diversas cuestiones, entre ellas el hecho de que en la ciudad sólo hay tres comisiones y no es necesario una representación única, como sí ocurre, por ejemplo, en fiestas de mayor volumen, como las Fallas de Valencia o las Hogueras de Alicante, y más todavía cuando en la ciudad no existe una falla o un casal municipal. Los detractores también destacan que la Fallera Mayor de Benidorm no tiene actividad propia durante las fiestas josefinas y se limita a acudir cada día a un distrito a pasar la jornada con sus falleros, lo que resta protagonismo a las representantes festeras de cada falla, al estar protocolariamente por encima de ellas. En base a estos y otros argumentos, los presidentes de las fallas Benidorm-Centro y Rincón de Loix votaron en la asamblea a favor de eliminar esta figura, en contra del criterio de Els Tolls, a la que pertenece el presidente de la Junta Local Fallera, Daniel Masip, y a la que correspondían las bandas de Fallera Mayor de Benidorm en 2017.
Una asamblea tensa
Personas que acudieron a la asamblea, en la que participaron unos 60 falleros y donde se vivieron algunos momentos de tensión, contaron ayer que, durante la misma, el presidente de la Junta Local amagó incluso con su dimisión, algo que finalmente no se produjo.
El propio Masip no quiso entrar ayer en polémicas, aunque sí reconoció que esta decisión no ha sentado bien en su falla y lamentó que no se hayan tenido en cuenta «cuestiones personales» para aplazar hasta 2018 la decisión. Asimismo, avanzó que tiene previsto convocar en próximas semanas una asamblea para dar sus explicaciones.
Por su parte, el concejal de Fiestas, Jesús Carrobles, que también pertenece a Els Tolls, señaló que la Junta Local Fallera es «autónoma para tomar decisiones y la Concejalía no tiene por qué entrar». Por ello, trasladó su «total respeto» a la opinión mayoritaria expresada por los falleros en esa asamblea.
