El Parque Natural de Serra Gelada (Benidorm, l'Alfàs del Pi y Altea) ha retirado gran parte de las señales y vallas que había en la zona protegida de Benidorm. Lo han hecho después de acatar la petición de los dueños, según explicaron fuentes del parque. Al contrario de lo que ocurre en las otras localidades, la mayoría de la zona protegida de la capital turística está en manos privadas. Así, sus propietarios habían solicitado al parque en numerosas ocasiones que dejara de instalar vallas y señales en su suelo sin permiso y retiraran las existentes, tal y como relatan estas mismas fuentes, quienes apuntan que la última solicitud de la que disponen es del 2013.
¿Y por qué no se ha hecho nada hasta ahora? Según explicaron, habían notado que algunas de las señales ya no tenían ningún sentido, estaban estropeándose y no podían renovarlas. Muchas de ellas llevan colocadas cerca de diez años, poco tiempo después de que se convirtiera en parque natural en 2005. Tras consultarlo con el Consell y la nueva directiva, decidieron poner fin a este problema que les tenía enfrentados con los propietarios.
El caso es que para cada movimiento que hacen en la zona, necesitan la autorización de los dueños, permiso que no se les concede desde el 2012, tal y como afirman fuentes del parque. Éstos explican que les encantaría poner en valor la zona, pero les es imposible por este motivo. A diferencia de lo que ocurre en la parte de l'Alfàs del Pi integrada en el Parque Natural de Serra Gelada, con diferentes puntos informativos y una conservación que salta a simple vista. «A nosotros nos gustaría que nos dejaran acceder a la zona y de paso mantenerla en buenas condiciones», explican desde el parque.
El hecho cobra relevancia en esta época debido a que una de las partes afectadas es la de la Punta del Cavall, que en los últimos años se vende como una alternativa al turismo de sol y playa de la ciudad, con condiciones para hacer senderismo y practicar deporte.
El papel del Ayuntamiento
Aunque a priori, el Ayuntamiento de Benidorm no tenga nada que hacer en este problema, en realidad también le atañe. Tanto es así, que será el propio Consistorio el que trate de mediar entre ambas partes para poder llegar a un acuerdo, tal y como decidieron en la última reunión de la Junta Rectora, celebrada el pasado jueves. Además, en ella también determinaron que en el próximo encuentro estén los propietarios de los terrenos para que expongan su punto de vista ante todas las entidades que forman parte del parque natural. Ésta se podría celebrar a finales de año.
Pero la cosa va a más. Las idas y venidas entre el Ayuntamiento y los propietarios del APR-7 de Serra Gelada viene de largo. En 2003, con Vicente Pérez Devesa como alcalde, firmaron un convenio con Antonio Manuel Puchades, Murcia Puchades SLU y Edificaciones Calpe, de Andrés Ballester. Éste, ratificado en 2010 y 2013 por el entonces primer edil socialista Agustín Navarro, acordaba que se les debía compensar a los propietarios con unas 160.000 unidades de aprovechamiento -equivalentes a metros cuadrados de techo- en otras zonas del municipio aún por desarrollar. El Plan General de 1963 reconocía el suelo de la controversia como urbanos. Pero en 2005 la Conselleria de Medio Ambiente aprobó el PORN (Plan de Ordenación de Recursos Naturales) de Serra Gelada, protegiendo el terreno.
Encargarán un informe externo
El pleno de junio de 2013 dio validez a este convenio, ampliando su plazo en tres años más. Ahora, el Ayuntamiento gobernado por el popular Toni Pérez, contratará un informe externo para averiguar la validez de los acuerdos, su vigencia, y los plazos para hacerlos efectivos, en caso de que así se indique, según detalló la edil de Urbanismo, Lourdes Caselles, ya que hay quienes defienden que sería el Consell, y no el Ayuntamiento, el que debería compensar a los propietarios.
