La isla de Benidorm posee una de las poblaciones más importantes del paíño europeo de la subespecie del Mediterráneo (Hydrobates pelagicus melitensis). La mayor concentración de este ave marina, que está amenazada y considerada vulnerable, se encuentra entre Ibiza y Benidorm. Así lo explica Eduardo Mínguez, el precursor de su estudio en 1993 y que a día de hoy continúa haciendo el seguimiento de ellas a través de la organización Ciudadanos por la Ciencia, en colaboración, entre otros, con el Consell. La población del paíño en la isla de Benidorm sigue estable, según explicó Mínguez, tras su última expedición realizada ayer a la isla.

Éstos animales anidan en dos cuevas de este islote, una más grande que otra. La de pequeñas dimensiones soportó un descenso de ejemplares en 1996 por la depredación que sufrió. Momento en el que decidieron poner cajas nido que las protegiera de los ataques de otros animales. A día de hoy, ésta cueva es la que mejor índices conserva, llegando a duplicar su población a la cueva más grande, tal y como detalló Mínguez, que estimó que podría haber entre 400 y 600 parejas en Benidorm.

El seguimiento de este ave es complicado. Se crían en cuevas y bajo rocas, además de que la mayor parte del día la pasa en el mar y sólo toman tierra en horarios nocturnos. El experto apunta que pueden vivir una media de 10 años, «ahora no hay ninguno de los que había cuando empecé el estudio», indicó. Para divulgar el conocimiento de esta especie, realiza numerosas actividades con voluntarios y curiosos, como ayer, para explicar cómo trabajan para conservar el paíño europeo.