Misterio descubierto y con nombre propio: Lucio Terencio Mancino. El equipo científico que investiga la torre funeraria romana de Sant Josep, en Villajoyosa, ha descubierto la inscripción que, con toda probabilidad, da el nombre del difunto allí enterrado entre 150 y 170 d. C. Es un hallazgo de gran importancia arqueológica, porque es la única inscripción que se conserva de las tres grandes torres funerarias romanas conservadas en la Península Ibérica, informaron fuentes municipales.

Curiosamente, la inscripción llevaba años depositada en los fondos de Vilamuseu, y sólo una serie de proyectos de investigación concatenados ha permitido este descubrimiento. Los trabajos de recuperación del monumento comenzaron en 2008 con la demolición de la casa adosada, y siguieron varias campañas de excavaciones desarrolladas por el Servicio Municipal de Arqueología y la Universidad de Alicante dentro del proyecto Villajoyosa Romana. Se hallaron 25 nuevos sillares procedentes del monumento, que según el cronista Escolano se desmontaron en 1543 para obtener piedra para reparar las murallas de La Vila, destruidas ese año por corsarios turcos; pero los sillares nunca llegaron a trasladarse a La Vila y se quedaron en las inmediaciones de la torre.

Estas nuevas piezas fueron cruciales para la restauración del monumento, realizada en 2015 por la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento, con el copatrocinio de Elaine Evans, que también ha costeado los jardines funerarios romanos recién inaugurados. Se realizó la fotogrametría y 3D de la torre, y se publicó todo el proyecto en la revista Lucentum de la UA, lo que aportó una gran cantidad de datos y mediciones. Durante la preparación de la publicación del trabajo de Fin de Grado de Historia de Antonio Sellés y Antonio Espinosa, director de Vilamuseu, al dibujar una inscripción que durante siglos estuvo en la finca de la Almiserà, a 2 kilómetros de la torre, se descubrió que tanto ésta como dos bases de pedestales de piedra que había en la zona procedían, muy probablemente, de la torre de Sant Josep.

Se trabajó conjuntamente con los arqueólogos Diego Ruiz, codirector de las excavaciones, y Ana Charquero, especialista en virtualización del patrimonio, y se comprobó que todas las mediciones coincidían exactamente, y que el tipo de inscripción era característico de estos monumentos funerarios. En la misma se puede leer que se trata de Lucio Terencio Mancino, que debió ser un personaje principal de la época de esplendor del municipium romano de Allon, a juzgar por la costosísima tumba que se mandó construir, rodeada de uno de los mayores recintos funerarios conocidos en Europa.

Estas investigaciones se presentarán hoy y mañana en una conferencia durante las jornadas sobre la Torre de Sant Josep en el Centro Social. Las jornadas contarán con la presencia de los arqueólogos Manuel Bendala y Lorenzo Abad, catedráticos de Arqueología de las Universidades Autónoma de Madrid y de Alicante, que publicaron el primer estudio sobre la torre en 1984.