El alquiler de sillas autopropulsadas sigue llevando de cabeza al Ayuntamiento de Benidorm. A pesar de que a finales de 2013 el pleno aprobó la ordenanza que regulaba el uso de estas «scooters», hoy día siguen tomando medidas para acabar con la proliferación del mal uso de las mismas. La Policía Local lleva desde hace dos semanas inmersa en una campaña cuyo objetivo principal es retirar todas las sillas a motor que circulen por la vía pública sin un uso correcto.

Según apunta la normativa local, los empresarios que arrendan estas «scooters» sólo se lo pueden alquilar a personas que tengan debidamente acreditado que padecen una discapacidad de movilidad, o bien, que tenga más de 55 años. No obstante, desde que se puso de moda este artilugio para recorrer las calles de la localidad, sobre todo en la población inglesa, muchos son los que las han cogido en condiciones poco óptimas -con copas de más- o para hacer carreras por en medio de las calles.

Estos paseos no siempre acaban bien. En 2014, según indicó el concejal de Movilidad, José Ramón González de Zárate, se registraron en la ciudad 12 accidentes en los que tuvo que intervenir la Policía Local, y donde la mayoría estaban implicados menores. Sin contar aquellos que no terminan más allá de unos cuantos gritos entre transeúntes y conductores de las scooters. El año pasado, la cifra ascendió a seis, entre ellos, uno de los damnificados fue un barrendero municipal. Atropello que le sirvió a los agentes para comenzar una nueva persecución de estos artilugios mal usados y que en un fin de semana de agosto terminó con 27 multas.

Además, el edil explicó que hace menos de un mes tuvieron que cerrar uno de los locales que alquilan estas sillas autopropulsadas por no cumplir con la normativa. Asimismo, el concejal indicó que «ya que no lo han hecho ellos, hemos enviado a la Generalitat Valenciana la documentación de cada una de las empresas que viven de este negocio para saber si son aptas para dar este servicio».

Medidas restrictivas en los hoteles

El problema que generan este mal uso de las sillas a motor no es ajeno a los hoteleros y ya se han implicado para tratar de frenarlo. Fuentes de la patronal hotelera Hosbec señalaron a este diario que hay algunos empresarios que están tomando medidas restrictivas. El caso más patente es el de la cadena Servigroup: han prohibido la entrada de estos artilugios a sus establecimientos. Tanto es así, que han suprimidos los espacios en los que se enchufaban a la luz en los parkings. «Había momentos en los que en alojamientos de 500 clientes, 40 usaban "scooters"», indicó el coordinador de unidades hoteleras de Servigroup, Xavier Gil. No obstante, aclaró que los servicios para discapacitados siguen siendo los mismos, «esto lo alquilan personas que no tienen ganas de andar o coger un taxi. Los que lo necesitan de verdad lo sabemos porque se reservan las habitaciones adaptadas a sus necesidades». La proliferación de su uso llegó a tal punto que, según explicó Gil, abarrotaban las recepciones, había accidentes entre los clientes o llegaban a tirar abajo cristaleras y puertas.

Otros artilugios eléctricos

En esta campaña iniciada por la Policía, también se están tramitando multas a través de la Guardia Civil de Tráfico a los usuarios de los patinetes eléctricos, en auge en los últimos meses. Según informó el concejal de Seguridad Ciudadana, Lorenzo Martínez, su uso está regulado y restringido sólo para los recintos privados. En estas dos semanas han retirado seis patinetes.