Benidorm se trasladó ayer hasta el 8 de mayo de 1325. Momento en el que el almirante Bernat de Sarrià entregaba la Carta de Poblament con el que concedía los fueros y privilegios a la localidad, de este modo también formalizaba la delimitación de sus fronteras. El grupo Carta Pobla, la parte cultural de la Associació de Penyes Verge del Sofratge, fue el encargado de representar este acontecimiento clave para la ciudad. Centenares de personas se reunieron en la plaza de San Jaime para ver la escenificación que lleva realizándose desde hace 24 años, cuyo texto es obra de Pasqual Almiñana.

Alrededor de las 21.30 horas comenzaron a sonar las primeras palabras para repasar brevemente la vida de Bernat de Sarrià. Hasta que salió a escena el almirante, encarnado por José María Mariana, peñista de La Fava. Éste comunica frente a los pescadores y labradores del pueblo la entrega del documento que les convierte en municipio cristiano. Sus gentes, humildes y dedicadas a la agricultura y la pesca, no formaban sin embargo una población importante. Esto, sumado a las batallas de la guerra de Castilla y la Peste Negra que asoló el lugar poco después de constituirse como pueblo, lo dejaron en poco más de 40 habitantes en 1381.

El censo no remontaría en los años siguientes. Es más, entrados en el siglo XVII, un asalto de piratas argelinos se llevó prisionera a parte de la población, y los pocos que quedaron, tuvieron que enfrentarse a la sequía. Como consecuencia, la población de Benidorm terminó compuesta por 10 personas tres siglos después de que se constituyera como pueblo.

No sería hasta hace justo 350 años cuando la localidad volvería a remontar con la segunda Carta de Poblament otorgada por Beatriu Fajardo de Mendoza. Ella fue la artífice de que llegara el agua a Benidorm y otros municipios vecinos a través de la «Séquia Mare». Una conducción que proporcionó agua a los aljibes de la población hasta el siglo XX y que ahora son numerosas las localidades que están tratando de convertirla en Bien de Interés Cultural aprovechando su 350 aniversario.

Desde que en 1993 se decidiera realizar esta representación, muchos han sido los peñistas que han colaborado desempeñando diferentes papeles. Es más, el primero que encarnó el personaje de Bernat de Sarrià fue el exalcalde de Benidorm, Agustín Navarro, como miembro de La Soca. Entre las figurantes también está la actual edil de Urbanismo, Lourdes Caselles.

Ayer fue el turno, un año más, y van 20, de José María Mariana, en el papel del almirante. De secretario hizo Manuel García Prados, de El Llondro. Como soldados estuvieron José Francisco Ruiz (La Bacineta), José Luis Sánchez (Forasters del poble), Juan Francisco Hurtado (La Soca) y Juan Carreño (L'Embut). De labradores estuvieron Juan José Vallés (La Ceba) y Maribel Varela (Les Femelles). A los pescadores los representaron Antonio Vallés y Purificación García, de La Fava y La Soca, respectivamente. Y en el escenario también estuvieron los que garantizan la continuidad de esta escenificación, los pequeños festeros: Pere Buigues (Ganduls), Ariadna Orgiles (Ché que fort) y Manuela Magán (El Cranc/Mastegot).

Mantenedora

Al término de la representación, tomó la palabra la mantenedora del acto, la profesora María José Lozano, quien es coordinadora de Tecnología de la Información y la Comunicación en el IES Pere Maria Orts i Bosch. Fue miembro de la Unió Musical de Benidorm y una de las fundadoras de la Societat Musical L'Illa de Benidorm. Durante su discurso repasó la integración de las nuevas tecnologías en la ciudad con diferentes personas de Benidorm. Lozano reivindicó el sentimiento benidormense haciendo referencia a la distinción popular de «foraster» y «fill del poble».

Por otro lado, el pleno institucional por el día de Benidorm se celebra hoy a partir de las 12 de la mañana en el Ayuntamiento.