El futuro del centro ocupacional y la residencia para personas con discapacidad Hoya del Río de la Fundación Relleu pende de un hilo. Así lo confirmaron ayer trabajadores de esta institución, después de que la Generalitat Valenciana haya denegado la subvención que otorgaba anualmente y que es «imprescindible» para el pago de nóminas y el mantenimiento de la entidad. La Fundación Relleu pertenece al grupo Emaús, que desde hace meses se encuentra en concurso de acreedores tras cinco años con graves dificultades económicas por la mala gestión de sus dirigentes. La suma de su deuda podría alcanzar los 20 millones.
La pérdida de esta subvención, que ascendía a cerca de 550.000 euros, se produce a raíz de las deudas que la Fundación Relleu tiene contraídas con Hacienda y con la Seguridad Social, que con la ley en la mano le impiden optar a ayudas públicas. «Se han intentado buscar conjuntamente con la Conselleria otras fórmulas para mantener la subvención pero no hay ninguna viable», indicaron fuentes de la plantilla, que destacaron que este hecho, casi con toda probabilidad, abocará al centro de atención a discapacitados al cierre en un corto espacio de tiempo. Por ello, desde el comité de empresa se han puesto ya manos a la obra para buscar alternativas y que el final sea «lo menos traumático posible» para usuarios y trabajadores.
Negociación a dos bandas
Daniel Montiel, presidente del comité de empresa y delegado de Comisiones Obreras, explicó ayer que en los dos últimos días han mantenido sendas reuniones con la secretaria autonómica de Servicios Sociales y Autonomía Personal y con el administrador concursal, para estudiar estas alternativas. En principio, la opción más viable pasaría por que la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas -nueva denominación de Bienestar Social- reubique a la veintena de usuarios del Hoya del Río en otras residencias de la provincia cuando éste deje de prestar servicio.
Por lo que respecta a los 22 trabajadores, desde el comité se ha propuesto poder acogerse a un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), que llevaría toda la plantilla temporalmente al paro. Ahora bien, este representante sindical avanzó que, según la información de la que disponen, existirían empresas interesadas en hacerse cargo de todos los centros que hasta ahora ha estado gestionando Emaús, incluido el de la Fundación Relleu, una vez que se resuelva el concurso de acreedores. En el caso de que este hecho se acabara produciendo, «se podría volver a optar el próximo año a la subvención que ahora hemos perdido y retomar la actividad, haciendo que la nueva empresa subrogara a los trabajadores afectados por el ERTE», explicó Montiel.
Igualmente, el representante sindical afirmó que desde la Conselleria se ha trasladado que, si el centro ocupacional y la residencia para discapacitados volvieran a reabrir sus puertas a medio plazo, los usuarios reubicados en otros lugares podrían regresar a Relleu de manera voluntaria. «Aunque suponga llevar a los trabajadores al paro, creemos que es la mejor opción para todos, porque la otra alternativa es el cierre y punto final», dijo el delegado de CC OO.
Durante la jornada de hoy, el comité de empresa planteará esta propuesta a los trabajadores de la entidad y, en el caso de que decidan aceptarla, se presentaría a la propia Fundación Relleu y al juez que instruye el concurso de acreedores, cuyo visto bueno es necesario para poder llevar a cabo el ERTE.
Posible liquidación
Por lo que respecta al futuro del resto de centros sociales gestionados por el grupo Emaús, aunque por ahora no corren peligro de manera inminente, los trabajadores no descartan acabar corriendo la misma suerte que sus compañeros de Relleu una vez pasado el verano. De hecho, fuentes de la plantilla señalaron que, en los términos en los que se encuentra el concurso de acreedores, todo apunta a que el proceso de liquidación estaría sobrevolando la empresa.
Emaús gestiona un total de siete asociaciones dedicadas a la atención a menores, personas de la tercera edad, discapacitados o mujeres víctimas de malos tratos, tanto en centros como en casas de acogida en distintos puntos de la comarca. En total, sus servicios alcanzan a más de un centenar de usuarios, básicamente menores.
