No debe ser agradable asomarse al balcón de casa y presenciar cómo tus «vecinos» tiran desde las ventanas excrementos o restos de comida en mal estado. Tampoco, compartir vacaciones desde tu adorable habitación de hotel con una piscina con el agua verde botella y que rebosa basura de lo más diversa. No debe ser agradable. Y lo saben mejor que nadie los residentes de cuatro torres de apartamentos y un establecimiento hotelero de Benidorm que llevan meses denunciando la inseguridad y poca higiene que se acumulan en un edificio abandonado, que es frecuentado por okupas, a espaldas de la avenida de Europa.
«Estamos más que hartos de denunciar que esto no puede seguir así, pero no hay manera de que nadie haga nada», explica Jesús, propietario de un apartamento en una de las torres del edificio Parque Europa, desde el que se puede observar todo lo relatado anteriormente. Su vivienda está situada justo enfrente del Flamingo Arena, un antiguo apartahotel de catorce plantas enclavado en la confluencia de las calles Lérida y Lepanto, que la antigua propiedad desgajó del hotel colindante -hoy Marconfort Essence- y vendió al expresidente de Benidorm Club Deportivo Jaime Inocencio Doménech, dentro de una operación inmobiliaria realizada entre los años 2006 y 2008 y por la que el empresario acabó siendo condenado a dos años de prisión por estafa.
A la vez que los tribunales condenaban al promotor, los vecinos de la zona iniciaban, también, su particular condena, que no es otra que la de tener que convivir con el estado que presenta la finca. Decenas de bolsas de basura se acumulan en los jardines, los descansillos y dentro del propio edificio. El agua de lluvia se estanca en la piscina. El olor desde la calle es nauseabundo. Y ahora, de cara al verano, todos temen que la situación aún pueda ir a peor.
Eugenio del Corral, administrador de fincas que gestiona las tres torres del complejo Parque Europa y el edificio Paraíso Esperanto, asegura que ha presentado varios escritos en el departamento municipal de Sanidad denunciando la falta de salubridad e higiene en el edificio. Y lo mismo apuntan fuentes de la dirección del Marconfort Essence. Los afectados reclaman que el Ayuntamiento cierre la cancela y tabique varias plantas de esta finca abandonada para impedir que los okupas sigan campando por él a sus anchas. También, que limpie el jardín ante el temor de que pueda generarse algún incendio por la basura y la vegetación seca que se acumula, o plagas de mosquitos y ratas, como la que ya sufrieron el pasado verano.
«Nosotros nos hemos ofrecido a limpiar o a hacer lo que haga falta. Y no sería la primera vez, porque hace meses ya enviamos a trabajadores del hotel a adecentar el jardín porque estaba que daba asco», señalan fuentes del hotel. No obstante, la respuesta es siempre la misma: que el inmueble está inmerso en un procedimiento judicial y que, para acceder al mismo, es necesaria la autorización de un juez que, al parecer, ya se ha solicitado pero sigue sin llegar.
Tanto vecinos como empleados de este establecimiento aseguran que por la noche el Flamingo Arena sirve como refugio de indigentes y que las peleas entre ellos son frecuentes, aunque de día la finca permanece prácticamente desierta. Fuentes policiales consultadas por este diario indicaron que la mayoría de moradores nocturnos son personas con graves problemas de adicción a las drogas o al alcohol, a quienes también se suman delincuentes a pequeña escala, principalmente de nacionalidad rumana.
