El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunidad Valenciana ha condenado a la Conselleria de Sanidad a indemnizar con 92.000 euros más intereses legales a una mujer por un contagio masivo de hepatitis C (VCH) en el Hospital Comarcal de la Marina Baixa. La mujer, V.M.T., es una de los once pacientes que contrajo la enfermedad mientras estaban ingresados en este hospital en otoño de 2011, al haberse utilizado en varios pacientes la misma botella de suero fisiológico para limpiar las vías intravenosas, en lugar de suero monodosis, como marcan los protocolos de higiene y asepsia hospitalaria.

En noviembre de 2011, la paciente -de 27 años, casada y madre de un niño- ingresó para una prueba diagnóstica en el servicio de medicina digestiva del Hospital Marina Baixa, siendo dada de alta por estar todo normal. Meses después presentó en una revisión médica valores altamente anormales de transaminasas, y tras los oportunos análisis se diagnosticó infección de VHC.

Fuentes de la asociación Defensor del Paciente, cuyos servicios jurídicos tramitaron la denuncia, explican que ahí «empezó el calvario de toda la familia, ya que la madre pasó de ser una persona muy activa y alegre, a mostrarse constantemente cansada, sin ganas de nada, con el estado de ánimo por los suelos y perennemente preocupada por no contagiar a su hijo y marido».

Inicialmente, se descartó cualquier vía de contagio que no fuera el ingreso hospitalario de noviembre de 2011, un extremo que fue confirmado con posterioridad, cuando la paciente fue informada por el servicio de medicina preventiva del Hospital Marina Baixa que se estaba realizando una investigación interna a raíz de un brote de VHC que había afectado a varios pacientes en la misma fecha. En julio de 2012 se le informó de que ya se había localizado el foco en el servicio de digestivo en el que estuvo ingresada.

La familia acudió a la asociación Defensor del Paciente, que derivó el caso al letrado Ignacio Martínez y, tras el estudio médico legal, se estimó que la asistencia médica había sido gravemente contraria a la lex artis, pues el contagio se había producido por infringir los protocolos de higiene y asepsia hospitalarios. Por ello se demandó a la sanidad pública valenciana, que «incomprensiblemente» para esta asociación se opuso a la demanda a pesar de que los propios informes oficiales del hospital eran los que reportaban dicha mala praxis.

El TSJ de la Comunidad Valenciana ha concluido en su sentencia que «... declarada la existencia de nexo causal entre el ingreso hospitalario y el contagio (...) procede declarar la existencia de responsabilidad patrimonial por el contagio de hepatitis C de la actora durante su ingreso hospitalario en el Hospital Marina Baixa de Villajoyosa, en la Unidad de Medicina Interna del centro, entre el 28 de noviembre y 1 de diciembre».