Beethoven sonará espectacularmente en el fin del mundo, a las puertas de la Antártida, ante los habitantes del extremo sur de Chile gracias al interés mostrado por el músico y director de orquesta alteano Josep Vicent Ripoll Pérez por llevar la música sinfónica a uno de los lugares más recónditos y duros del planeta como parte de su actividad como divulgador social de la música. Bajo su dirección, el calor de la música de Beethoven, interpretada por la Orquesta de Cámara Nacional del Ministerio de Cultura de Chile, compensará en gran medida las bajas temperaturas del frío austral en una gira por pueblos y ciudades que, por su difícil situación geográfica, hace más de 20 años que no han recibido una orquesta sinfónica.
Por ello, para sus habitantes este acontecimiento «supone una auténtica aventura de emoción cultural», según señaló ayer Josep Vicent a INFORMACION antes de partir desde Santiago de Chile hacia el sur, «a las ciudades últimas del continente americano mirando a la ya cercana Antártida», para realizar una gira de una semana de duración con conciertos en Cerro Castillo, Puerto Natales y Punta Arenas, importante ciudad cosmopolita que tuvo una gran actividad musical antes de la apertura del canal de Panamá en 1914 al ser el principal puerto en la navegación entre los océanos Pacífico y Atlántico y ubicada en el Estrecho de Magallanes. Josep Vicent afirmó que Cabo de Hornos «será mi casa durante una semana. Estos momentos me ayudan a entender de verdad por qué soy musico», aseveró.
Chile
El recientemente nombrado director artístico del Auditorio de la Diputación de Alicante (ADDA) es director asociado a las orquestas de Chile desde hace ya cinco años. Con su orquesta sinfónica, durante esa larga etapa de colaboración ha puesto en pie programas transversales tanto de música española, contemporánea y proyectos multidisciplinares como la reciente integral de las músicas de Scriabin incluyendo la escenografía del «órgano de luz» ideado por el compositor. La puesta en pie de la cantata Alexander Nevsky en el espectacular Teatro del Lago, de Frutillar, junto con su interpretación de la Sinfonía de Berio en el marco del Festival Contemporaneo, le valieron amplios elogios de la crítica especializada, que consideró su tandem con la Orquesta Sinfónica de Chile «técnicamente impecable e inspirador».
