¿Servirá para atraer a más gente a la zona o todo lo contrario? El plan del Ayuntamiento de Benidorm de peatonalizar la avenida de la Armada Española, en la primera línea de la zona de Poniente, tiene divididos desde el pasado jueves a vecinos, comerciantes y hosteleros de esta zona de la ciudad. El gobierno local, del PP, afirma que el cierre al tráfico rodado de esta avenida es una de las reivindicaciones que trasladó al Consistorio el Consejo Vecinal y que se ha intentado atender «con la mayor celeridad posible», principalmente para dar más espacio a los peatones, como ya se hizo en su día con bastante éxito en Levante. Pero en Poniente hay quien no las tiene todas consigo. Ahora, a escasos días para que comience a desviarse la circulación, el debate está servido.

«A mí me parece una idea genial, pero lo que no veo bien es que saquen de aquí el tráfico y esto se quede tal cual está», explica Sara, la responsable de una tienda de caramelos en pleno paseo y que reclama que la zona se adapte, integrando las edificaciones de primera línea con el corredor marítimo para que la carretera deje de ser «una barrera» entre quien pasea y los negocios de la zona. Una de sus trabajadoras ahonda en esta cuestión: «Se gastaron mucho dinero haciendo el paseo, que ha quedado muy bonito, pero se podría haber hecho de otra manera. Por ejemplo, haciendo los carriles subterráneos como en la entrada de Alicante y trayendo hasta aquí a los peatones. Así el paseo habría estado de cara al comercio y no como está ahora, que parecen dos zonas que no tengan nada que ver».

Lo mismo opina Gema, una trabajadora del bar Benipark Playa. A su juicio, la peatonalización de Armada Española «puede beneficiar muchísimo a toda la zona, sobre todo si además de los coches quitan también las bicicletas, porque ahora mismo es muy peligroso». Sin embargo, cree que para que esta peatonalización tenga éxito «es necesario que hagan obras. Debería estar todo adoquinado para que de verdad dé sensación de que es una zona peatonal». Con respecto a que el desvío de la circulación puede generar perjuicios a los establecimientos de primera línea, Gema afirma tajante: «No, no tiene por qué perjudicar, porque ahora mismo los coches pasan pero tampoco pueden aparcar, así que no creo que suponga ningún problema».

Entre los que están a favor de la peatonalización también se encuentra Christian Corriani, el presidente de la Asociación de Vecinos de Poniente y miembro del Consejo Vecinal, que ha defendido este proyecto ante el Consistorio. La supresión del tráfico, que quedará restringida a residentes, vehículos de carga y descarga, autobuses públicos o servicios de emergencia, «va a hacer que la zona sea más tranquila y va a ser un plus para nuestro barrio», opina. Y eso, para Corriani, «es el futuro. Los negocios se podrán beneficiar al tener más espacio y los vecinos vamos a tener menos ruido, pero además esta zona se convertirá en un espacio de ocio».

No todos opinan igual. Para Marisol, la propietaria del supermercado que lleva su mismo nombre, la peatonalización «nos va a destrozar. Yo tengo muchos clientes que paran un momento con el coche, entran a hacer sus compras y se van, y eso ahora lo voy a perder», mantiene. Además, cree que la zona de Poniente no es equiparable a la de Levante, «porque allí sí que está todo al mismo nivel y aquí tenemos la carretera por medio». Pilar, que tiene una farmacia en primera línea, es de la misma opinión que Marisol. «Nosotros damos un servicio de guardia y viene mucha gente de otras zonas, que no es residente. ¿Qué van a hacer si ahora no pueden pasar?». Afirma que el cierre al tráfico es «un sinsentido. Ya hubo problemas cuando se puso una dirección única y ahora, si quitan la que queda, va a ser aún peor».

Desde el gobierno local afirmaron ayer que de momento no está previsto hacer reformas pero que la idea, en un futuro y si este plan funciona, es hacer obras para ampliar aceras e integrar los dos espacios como reclaman los afectados. El portavoz del gobierno, José Ramón González de Zárate, afirmó que el cierre al tráfico en esta primera fase de peatonalización será «muy flexible. No queremos perjudicar a nadie, sino todo lo contrario».