La decisión de prorrogar durante otros tres meses el plazo para presentar ofertas para la adquisición del In Tempo vuelve a ralentizar un proceso de por sí tedioso. Pese a que la construcción se inició en el año 2006, los diferentes problemas que fueron dándose durante el desarrollo de las torres han provocado que a día de hoy quede un 5% de la obra pendiente de ejecución. El mayor rascacielos de viviendas familiares de Europa seguirá vacío y sin nuevo dueño al menos durante otros tres meses más.