Lleno hasta la bandera. El inicio de los días centrales de la Semana Santa y las buenas previsiones meteorológicas previstas para los próximos días despejó ayer las reservas del sector turístico de Benidorm por un posible desvío de clientes hacia destinos de nieve y confirmó que el mercado nacional ha sido, un año más, fiel a su cita con la ciudad para pasar las vacaciones de Pascua.

Así lo atestiguaron ayer desde las recepciones y centrales de reservas de establecimientos consultados por este diario, que señalaron que la mayoría de hoteles superará hasta el domingo picos de ocupación por encima del 90% y, en algunos casos, colgarán por primera vez este año el cartel de «completo».

Basta un simple paseo estos días por el centro urbano para comprobarlo. Desde primera hora de la mañana de ayer, los turistas comenzaron a llenar las playas, sobre todo la de Levante, dejando una estampa típica del mes de agosto. Muchos, incluso, se atrevieron a darse el primer chapuzón en el mar y ya por la tarde tomaron las calles, comercios y establecimientos más céntricos, que también confían en poder elevar sus ingresos tras un invierno demasiado inestable. «Llevamos unos meses en los que la gente no gasta nada, así que ojalá que estos días vengan con los bolsillos algo más llenos», destacaron.

La masiva afluencia de turistas también se ha dejado notar, y mucho, en lo que se refiere al tráfico rodado. De hecho, además de en el núcleo urbano, también hubo otros puntos de la ciudad con gran concentración de hoteles sin aparcamiento, como en la zona de Foietes-Colonia Madrid, en los que se registraron problemas de para encontrar una plaza donde estacionar. En este barrio, porque a la llegada de viajeros llegados desde diversos puntos de España en coche se unió el hecho de que anoche había procesiones.

La entrada a la ciudad desde el peaje de Levante de la AP-7 fue otro de los puntos calientes en cuanto a la circulación, sobre todo, en las horas centrales, donde hubo retenciones y tráfico lento y varios operarios tuvieron que regular el tráfico. No obstante, a diferencia de años anteriores, los viales que unen el peaje con el casco urbano registraron menos colapsos, un hecho que desde el sector atribuyen a que la llegada ha sido más escalonada.