El exconcejal de Aperturas socialista y actual miembro de la oposición en Benidorm, Conrado Hernández, el exedil de Seguridad Pepe Marcet y el técnico municipal de Aperturas acudieron ayer a declarar como investigados -nombre que reciben ahora los imputados- por un presunto delito de prevaricación dentro de un procedimiento en el que se pone en tela de juicio la legalidad de una licencia de apertura que concedió el Ayuntamiento el año pasado al pub Tiki Beach, situado en el paseo de la playa de Levante de Benidorm.

El concejal socialista Conrado Hernández aseguró a este diario que durante su declaración había recalcado que «yo, cuando estaba al frente de Aperturas, me dedicaba a firmar licencias que venían avaladas por informes técnicos favorables. El no hacerlo sí que sería un delito de prevaricación».

El exedil de Seguridad Pepe Marcet, que se mantiene dentro de la ejecutiva local del PSOE en Benidorm, no quiso realizar declaraciones al respecto. El representante legal de los denunciantes, que forman parte de la comunidad de propietarios del edificio Santa Margarita, situado justo arriba del pub, aseguró ayer que en su querella apuntaban a que Pepe Marcet «debería haber actuado con más rotundidad contra este local por las diferentes quejas que habían realizado los vecinos». El técnico de Aperturas tampoco quiso hacer ningún tipo de declaración. Conrado Hernández sí quiso subrayar que «nosotros somos solo dos políticos y un técnico a los que nos ha pillado en mitad de una guerra entre un pub y una comunidad de vecinos».

Por su parte, el representante legal del pub indicó que «se trata de una denuncia que no tiene sentido, ya que consideran que la licencia es ilegal por una caseta plegable que tenemos en la terraza. La posible irregularidad de dicha caseta está prescrita».

Este procedimiento lo lleva Instrucción 4 de Benidorm. Asimismo, existe otro por lo Civil en el que la comunidad pide el cese de la actividad del Tiki Beach. Un juez de Benidorm falló a favor de los propietarios del edificio Santa Margarita pero se recurrió su decisión ante la Audiencia. En este procedimiento dos testigos han sido acusados por falso testimonio por el propio gerente del local, y una juez de Benidorm lo ha admitido a trámite.