La familia Tabarot está mostrado un claro interés en adquirir el Hotel Selomar de Benidorm, que lleva alrededor de ocho años cerrado. La mercantil de uno de los hijos del conocido empresario francés y residente en Benidorm, Roch Tabarot, ha mantenido varias reuniones con el Consistorio de Benidorm con el fin de estudiar la viabilidad de generar un negocio hotelero en este bloque situado en primera línea de la playa de Levante, según reseñaron a este diario fuentes municipales.
La empresa madrileña Malissandre Development Hotlier, cuyo administrador único es Axel Robert Tabarot, ha obtenido por parte del Consistorio benidormense un certificado de compatibilidad urbanística para instalar allí un negocio hotelero, tal y como detallaron las mismas fuentes. Tras este informe favorable por parte del área de Urbanismo, esta sociedad tendrá que decidir si realmente le interesa adquirir el bloque y realizar una obra de rehabilitación del mismo.
Fuentes del mundo empresarial benidormense aseguraron a INFORMACIÓN que está bastante avanzada aunque los propietarios, también consultados, no quisieron aportar ningún detalle.
En la web de esta Malissandre explican que su trabajo consiste en «identificar establecimientos significativos, establecer los planes de optimización y posicionamiento, y rehabilitar dicho establecimiento con el objetivo de obtener un producto reestructurado y optimizado que ofrezca una rentabilidad de primer orden».
Fuentes del área municipal de Urbanismo reseñaron a este diario que, en el caso de que esta empresa se haga con el edificio, «lo más probable es que lo rehabiliten, ya que tirarlo abajo y levantarlo de nuevo provocaría que se tuvieran que retranquear y perderían altura, puesto que no podrían construir el ático y el sobreático, atendiendo a la ley de Costas». Asimismo, indicaron que una rehabilitación es viable y su estructura «no corre peligro tras el incendio que sufrió el pasado verano, una vez estudiado», advirtieron dichas fuentes.
Un apellido ligado a juicios
Cabe recordar que el nombre de Roch Tabarot, en el último año, ha sonado por diferentes procedimientos judiciales ligados al urbanismo. En uno de ellos, a principios de 2015, un juzgado de la Penal de Benidorm le condenaba a él y a su esposa a dos años de prisión por un fraude fiscal en la compra de unos terrenos, según la sentencia a la que tuvo acceso este diario. Sobre el fallo cabía recurso ante la Audiencia Provincial, algo que este diario desconoce si se ha realizado.
Asimismo, un juez de la Audiencia Nacional decidía, hace unos meses, mantener a Tabarot como único procesado por la presunta macroestafa en la que, al parecer, está implicada la empresa Riviera, de la que era directivo. Una supuesta gran estafa que afectó a más de un millar de implicados. También le adjudicaron los perjudicados, por el mismo caso, los presuntos delitos de apropiación indebida e insolvencia punible. El magistrado, hace unos meses, archivaba la causa contra cinco de los directivos de Riviera y solo mantenía como procesado a Tabarot.
