El Ayuntamiento de Benidorm ha empezado a remitir a 15 propiedades un escrito en el que les informa del exceso de conductividad que presentan las aguas que vierten a la red de alcantarillado y en el que les insta a tomar medidas correctoras para reducir esos índices de salinidad. El edil de Aguas, José Ramón González de Zárate, indicó ayer que ese exceso de conductividad -por encima de los 3.000 microsiemens por centímetro fijados por el reglamento municipal de vertidos- aumenta «los costes de depuración» de esas aguas residuales y «afecta a la reutilización del agua para el riego», ya que por encima de esos valores y «con tanta concentración de sal» es «casi imposible que se puede reutilizar» para uso agrícola.

De Zárate explicó que esas 15 propiedades, entre las que se encuentran comunidades y establecimientos de uso turístico, tienen a su disposición a los técnicos municipales para asesorar sobre medidas correctoras y cómo llevarlas a cabo «en el plazo de tres meses». Si transcurrido ese plazo no se han adoptado esas soluciones, el edil manifestó que «se aplicará la Ordenanza de Vertidos del Ayuntamiento de Benidorm», que contempla «órdenes de ejecución» y «sanciones». El edil aclaró que «desde el Ayuntamiento no queremos llegar a intervenir con órdenes de ejecución y sanciones», y se mostró convencido de que las propiedades requeridas actuarán como han hecho con anterioridad otros afectados.

El edil recordó que «fueron los regantes y la entidad de saneamiento de la depuradora los que dieron hace unos meses la voz de alarma sobre el aumento de la conductividad en el agua». A partir de ese momento, el Ayuntamiento empezó a hacer análisis para determinar el origen de los vertidos causantes de ello.