El Ayuntamiento de Benidorm debe reparar de nuevo 150 metros del paseo de Levante que ya tenía prácticamente rehabilitado a causa, según fuentes municipales, de actos vandálicos. Desde el pasado mes de octubre se está desarrollando en esta zona un proyecto de mejora y adecuación cofinanciado entre Consistorio y Diputación, y ya apenas quedan un par de semanas para su finalización, según las mismas fuentes.
El motivo es que varias de las piezas de hormigón polímero que configuran el bordillo que separa el paseo de la arena han sido arrancadas en «actos de vandalismo de algunos visitantes británicos», dijeron las mismas fuentes. «A pesar de que pesaban más de 50 kilos cada una, conforme se colocaban las levantaban y las tiraban a la arena. Entre algunos turistas ingleses el deporte era desincrustarlas. Incluso hacían competiciones entre ellos para ver quién tardaba menos, tal y como nos han confirmado desde algunos establecimientos», destacaron.
El grupo municipal socialista denunció estos hechos y tildó de «chapuza» lo que están haciendo en los trabajos de mejora y adecuación del paseo. El portavoz socialista en Benidorm, Rubén Martínez, aseguró que «parece que es muy complicado encontrar un sistema de fijación efectivo; los trabajadores colocan las piezas y al día siguiente las tienen despegadas».
Fuentes técnicas quisieron explicar los motivos: «Las placas se pegaban con un material de cemento-cola que tarda 24 horas en fraguarse. Se ponían una serie de protecciones para que nadie las tocara pero estos vándalos no lo respetaban y nada más instalarlas, ese mismo día, por la noche, retiraban las vallas y las arrancaban», detallaron, a la vez que anunciaron que «lo que vamos a hacer ahora es fijarlas con un sistema de atornillamiento en las juntas para que así se haga imposible moverlas».
El portavoz del PSOE recalcó que «sabemos que las obras se están ejecutando y que se puede solucionar todo sin problemas, pero estamos dando muy mala imagen a miles de turistas». Su homólogo en el equipo de gobierno, José Ramón González de Zárate, adelantó que «estamos negociando para que esta reparación no nos cueste dinero y corra a cargo de la contrata». Este bordillo tiene una parte voladiza de unos 20 centímetros sobre la arena, lo que beneficiaba que los vándalos, según las fuentes técnicas, las pudieran agarrar para «hacer de las suyas». Asimismo, indicaron que después del partido de España-Inglaterra este tipo de gamberradas disminuyó.
