Dos policías locales de Relleu han comenzado a ser juzgados hoy en la sección tercera de la Audiencia de Alicante por detener presuntamente de forma ilegal y lesionar al cliente de un bar, hechos por los que se enfrentan provisionalmente a penas de hasta 13 años de cárcel cada uno de ellos.

El incidente se produjo sobre las 23 horas del 17 de mayo de 2006 cuando los agentes, D.C.M. y F.F.G., entraron en el establecimiento, ubicado en la calle Evaristo Manero de Relleu, y pidieron a la víctima las llaves de su coche.

A continuación, según se relata en el escrito de acusación del ministerio público, al que ha tenido acceso Efe, detuvieron al hombre "sin motivo alguno, le cogieron de un brazo y se lo torcieron hacia la espalda".

También le tiraron al suelo y le pusieron las esposas sin leerle supuestamente sus derechos, como establece la ley, le llevaron al edificio del ayuntamiento y lo dejaron en una barandilla engrilletado.

Así permaneció hasta que un coche patrulla de la Guardia Civil lo evacuó al hospital comarcal de la Marina Baixa, en Villajoyosa, para que recibiera asistencia médica de urgencia.

La víctima sufrió lesiones en una mano por culpa de las esposas y tuvo que recibir tratamiento psiquiátrico con ansiolíticos y relajantes y asistir a una terapia de apoyo con un psicólogo tras esta experiencia.

La fiscal del caso considera a los policías locales autores de un delito de detención ilegal y otro de lesiones y reclama para cada uno de ellos ocho años de cárcel, diez de inhabilitación y siete años de alejamiento.

Igualmente, solicita una indemnización a favor del perjudicado de 22.480 euros, de la que tendría que responder en última instancia como perjudicado el ayuntamiento de Relleu, razón por la que el alcalde de este municipio, Santiago Cantó, ha comparecido en la sesión de hoy como testigo.

Los policías han negado las acusaciones y han explicado a la sala que detuvieron al hombre porque había forcejeado con ellos, se sintieron intimidados y pensaron que iba a agredirles, según ha informado con posterioridad el abogado de la acusación particular, Alejandro Dartis.

El letrado, que eleva su petición de condena hasta los 13 años de cárcel para cada agente, a los que también atribuye un delito de torturas, ha admitido que algunos testigos de las acusaciones han incurrido en contradicciones, no así el perjudicado, que ha ratificado sus anteriores versiones.

El propio afectado, Sebastián S.S., ha asegurado a los periodistas en el exterior de la sala de vistas que los acusados fueron a por él de forma "premeditada" después de que discutiera con ellos unos días atrás por la instalación de un andamio para unas obras en las que estaba trabajando.

"Yo estaba en el bar celebrando la victoria de mi equipo, el Barcelona, y nunca me esperé que esto me pudiera ocurrir aquí, en España, porque he estado 45 años en el extranjero", ha señalado.