David se convirtió ayer en un gran rey pirata rodeado de nobles corsarios. Tiene 17 meses, vive en Benidorm y sufre una afectación que le provoca problemas de coordinación y le impide hablar o coger objetos con las manos. Los médicos todavía no tienen un diagnóstico pero recomiendan sesiones diarias de estimulación temprana, fisioterapia y natación adaptada, que requiere un gran esfuerzo económico para sus padres. Por ello, para ayudar a David en su recuperación y desarrollo, vecinos y empresarios de Benidorm organizaron ayer por la tarde una fiesta pirata solidaria en la Plaza La Rioja. «La piscina es lo que más le gusta, es el único sitio donde se ríe. Por eso la fiesta pirata», explicó su padre.

Un centenar de personas entre niños y mayores participaron en este evento destinado a sufragar el tratamiento y desplazamientos al Hospital La Fe de Valencia, que es donde tiene cita con su médico 4 veces al mes. «No esperábamos tanta acogida. Estamos muy agradecidos», dijo su padre durante la jornada.