Las máquinas entraron ayer en el Paseo de Levante de Benidorm para conseguir que en poco más de tres meses la zona ofrezca un aspecto mejorado, con rampas y pasarelas más resistentes y con puntos de luz reforzados. Las obras, financiadas al 50% por Ayuntamiento y Diputación, costarán 774.436 euros. Según el edil de Obras, José Ramón González de Zárate, se quiere que el trabjo esté terminado antes final de año.

A partir de ahora se sustituirán las 20 rampas de acceso a las playas y las pasarelas de madera situadas sobre la arena. Éstas tendrán una estructura de aluminio y se empleará hormigón tecnológico de gran resistencia con un acabado que imita a la madera. También se sustituirán tramos de pavimento y calzada deteriorados y se reforzará la iluminación, reparando los puntos de luz situados a ras de suelo y colocando 1.400 bombillas de led en las catenarias del paseo.