Tres, dos, uno... ¡YA! La cuenta atrás sonó ayer en la plaza del Ayuntamiento de Benidorm para dar comienzo a una carrera popular que no dejó indiferente a nadie. Más de 2.000 personas, según fuentes municipales, salieron a correr por el centro de la ciudad.

El evento tuvo de todo, hubo quienes se lo tomaron en serio y salieron escopetados hasta la meta que esperaba tras cinco kilómetros, y otros prefirieron tomárselo a risa, disfrutando del paisaje del Paseo de Levante, tirando harina de color a sus amigos o rebozándose por el suelo en los puntos en los que estaban las reinas y damas de las fiestas patronales coloreando de esta forma tan peculiar las calles de la ciudad, por las que se lanzó más de una tonelada de polvo de colores.

En la llamada «Color Race», también participó la Comisión de Fiestas Patronales, que recaudó fondos para las celebraciones de noviembre con cada una de las inscripciones a la que se apuntaron personas de todas las edades.