«Nos marcamos un año para culminar las obras y lo vamos a conseguir», explicaba ayer a este diario Guillemo Campos, aparejador del Grand Luxor Hotel, el primer establecimiento hotelero que el grupo Aqualandia está levantando junto a Terra Mítica. La filial hotelera Hotel Mítica, que Georges Santa-María, presidente de Aqualandia, creó para edificar éste y otros dos hoteles junto al parque, tiene previsto que se finalice la estructura de la primera fase del nuevo establecimiento en octubre, lo que, según los técnicos, denota la celeridad y el buen ritmo con el que están desarrollándose los trabajos de construcción. Hotel Mítica contrató a la mercantil alicantina Ecisa para realizar estos trabajos y ya ha ejecutado los sótanos de aparcamiento (un total de tres), la planta baja y el esqueleto de dos alturas de un total de cinco.
Cabe recordar que el proyecto se compone de dos fases: la primera, con la entrada en servicio de 226 habitaciones, piscina, jacuzzis, salas de reuniones polivalentes y jardines, que es la que se pretende poner en funcionamiento el próximo verano. La segunda, que ampliará la oferta a 120 habitaciones más.
Ecisa trabaja sobre una parcela de 29.000 metros cuadrados y para cumplir plazos ha desplegado sobre el terreno un total de 6 grúas que trabajan 14 horas diarias para dar servicio a un total de 50 operarios.
El hotel tendrá la categoría de cuatro estrellas superior y se ubica junto a la zona de Egipto, por lo que su tematización va totalmente en la línea egipcia.
También se contamina del espíritu de otros parques temáticos como Disneyland, en París, que para completar su oferta se han construido hoteles tematizados integrados que facilitan la cercanía al recinto de sus clientes.
Los primeros movimientos de tierra comenzaron a finales de marzo y, en un principio, estaba previsto que pudiera estar lista la obra para el 1 de abril, pero dado el volumen de la misma se optó por marcar el mes de junio como la fecha tope para acabarla.
Entre los detalles de esta construcción destacó el aparejador, Guillermo Campos, el balcón de su restaurante, «que tiene una orientación sureste hacia la bahía, lo que le otorga unas vistas espectaculares».
