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El pleno asume el poder de decisión sobre las licencias para el nuevo rastro de Benidorm

La corporación ha acordado pedir los informes solicitados en diciembre y que no se realizaron

El pleno asume el poder de decisión sobre las licencias para el nuevo rastro de Benidorm

Todas las licencias que se vayan a otorgar al polémico rastro que se pretende instalar frente a la zona de discotecas de Benidorm tendrán que someterse a la consideración del pleno y a la junta de portavoces, tal y como se aprobó ayer al final de una interminable sesión plenaria (12 horas) con el voto a favor de todos los grupos municipales.

El objetivo: tratar de que no se instale un negocio en Benidorm que, según la Asociación Independientes de Comerciantes de Benidorm (AICO), puede acabar de dinamitar el comercio local en la capital turística, que, según apuntan, malvive en Benidorm.

El acuerdo se adoptó en base a una moción presentada por Liberales y Ciudadanos (C's), por la cual también se acordaba solicitar la emisión de la totalidad de los informes que se exigieron en el acuerdo plenario del pasado 22 de diciembre de 2014 a propuesta del Partido Popular, especialmente el del AICO y el de las asociaciones de consumidores y usuarios de la localidad.

Y es que ayer este último punto se convirtió en un acalorado debate sobre de qué grupo político es la culpa de que esta iniciativa empresarial, que tanto escama a los comerciantes, no haya encontrado piedras en el camino a la hora de conseguir su licencia. Sobre todo después de que hace una semana, la concejala de Urbanismo, Lourdes Caselles, asegurara que no le quedaba más remedio que concederles la licencia medio ambiental, «ya que todos los informes técnicos, a fecha del 26 de mayo de este año, eran favorables y podíamos incurrir en un delito de prevaricación», apuntó en su momento la edil. De hecho, la iniciativa de que sea el pleno el que ahora decida sobre las licencias se ha hecho por eso, para que el equipo de gobierno no tema por una imputación de estas características.

En el debate de este punto, se acusó a Toni Pérez de haber defendido una moción en contra de este «rastro-mercadillo» el pasado 22 de diciembre en el que él mismo solicitaba todos esos informes, «y ahora parece que se contradice con su equipo de gobierno, ya que en su propuesta decía que este mercadillo no podría salir adelante si esos documentos no eran positivos», detalló el portavoz del PSOE, Rubén Martínez.

A los socialistas, tanto el PP como Ciudadanos por Benidorm, le recriminaron haber sido conscientes de los primeros informes técnicos que se emitieron favorables a este negocio. Gema Amor, que se mostró especialmente beligerante con este tema y puso en tela de juicio la posición del alcalde, también recibió críticas por ostentar su partido el área de Urbanismo cuando se realizaron los primeros desbroces en el área donde se pretende instalar el rastro.

El líder de C's trató de poner un poco de paz y dijo que el objetivo principal de este acuerdo es «que nos encontramos ante un tema de ciudad en el que es bueno que podamos tener opinión todos».

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