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Aviso de Salvamento

La falta de mantenimiento de las embarcaciones aumentará los accidentes

Empresas de náutica afirman que están registrando una reducción del 40% en el gasto para revisar los barcos - Se ha incrementado el número de armadores que se inscriben en otros países

La falta de mantenimiento de las embarcaciones aumentará los accidentes

Las últimas tres embarcaciones que se han quemado frente a la costa de la Marina Baixa (dos en aguas de Benidorm y una en La Vila Joiosa), han abierto el debate sobre si los propietarios realizan las pertinentes tareas de mantenimiento para evitar este tipo de sucesos. Del incendio desatado en un barco el pasado domingo junto a la Isla de Benidorm todavía se están investigando las causas pero las primeras hipótesis apuntan hacia un fuego en el cuadro eléctrico. La misma avería que calcinó una pequeña embarcación de dos pescadores a la altura de la Cala el pasado miércoles. Fuentes de Salvamento Marítimo no se atreven a vincular que estos fallos eléctricos tengan que ver con un descenso en el control del estado técnico de las naves, por parte de sus dueños. No obstante, sí que reseñan que en los últimos años están percibiendo una reducción en el gasto que los armadores de embarcaciones de recreo destinan a tener a punto sus propiedades.

«Aquí todo el mundo tiene que obtener un certificado de navegabilidad cada cinco años, parecido a la ITV de los vehículos. Sin embargo, los barcos también exigen de otra serie de revisiones y de mantenimientos, a lo que antes se le destinaba más dinero. Sin duda, no son un elemento de primera necesidad por lo que sus dueños, ahora, sobre todo los que tienen menos posibilidades, suelen ir a lo mínimo para pasar los controles», manifiestan.

Algunas empresas dedicadas a la reparación y el mantenimiento de barcos de la provincia indicaban ayer a este diario que, en los últimos años, el gasto de los dueños de embarcaciones en ponerlas a punto se ha visto reducido entre un 30 y un 40%.

De momento, desde la sección de Capitanía Marítima en la provincia indican que esta disminución de la inversión no va ligada a un mayor número de incidentes. Pero subrayan ese «de momento». Y es que están detectando un fenómeno vinculado directamente con el afán ahorrativo de los armadores que, según Capitanía, puede aumentar en el futuro el volumen de accidentes: el cambio de bandera.

El «abanderarse» consiste en que algunos propietarios registran sus naves en países como Bélgica u Holanda y le colocan su bandera. «Es algo que permite la Unión Europea. De esta manera pasan a regirse por las normativas de estos países, mucho menos duras que las españolas, por lo que reducen su desembolso en diferentes mecanismos de prevención y no precisan tantas certificaciones de navegabilidad, ni las mismas titulaciones, ni pasan ciertos reconocimientos periódicos. Hay que tener en cuenta que en aguas como las holandesas la gente no navega tanto como en el Mediterráneo. Sin duda, este "truco" puede incrementar el número de sucesos. En el último año hemos tramitado bastantes bajas del registro español. Si juntamos esta tendencia a la de una menor inversión técnica podemos tener un problema en el futuro», detallan.

En el Club de Regatas de Altea han notado un repunte en los últimos dos años en la inversión. «Es cierto que con la crisis se notó un parón y la gente movía menos sus barcos. Pero este último año han pasado unos 550 por nuestro varadero. Lo que hemos hecho es bajar los precios de reparación», dicen.

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