El Ayuntamiento de Benidorm ha acordado hoy en el transcurso de un pleno extraordinario y por unanimidad retirarle a mercantil Enrique Ortiz e Hijos la condición de agente urbanizador del plan parcial Armanello, que le fue adjudicado en 2002 y cuyo desarrollo aún no se ha iniciado.

El acuerdo contempla también "retener" la fianza de 2,5 millones de euros que entregó el urbanizador cuando firmó el contrato para el desarrollo de este proyecto urbanístico hasta que se determinen "los eventuales daños y perjuicios" que el presunto "incumplimiento" de Ortiz e Hijos ha podido causarle a Benidorm.

Esos posibles daños y perjuicios deberán establecerse en el denominado "expediente contradictorio" que el pleno ha acordado también iniciar y en el que la mercantil igualmente puede reclamar.

La decisión plenaria se produce una vez conocido el informe del Consell Jurídic Consultiu, que avaló la intención municipal de resolver el contrato como consecuencia de esos presuntos "incumplimientos".

Ortiz decidió repercutir en los propietarios del suelo unas cargas urbanísticas por valor de 17,5 millones de euros, que no figuraban en su oferta inicial.

El consistorio le comunicó entonces que, al haber incluido con posterioridad dicha cantidad, "debía asumirla él a su riesgo y ventura".

Como quiera que el constructor no lo hizo al no incluirlos en el texto refundido del sector urbanístico, el ayuntamiento empezó los trámites para apartarle definitivamente del mismo.

Ya con el aval del Consell Jurídic Consultiu, es ahora cuando el pleno ha adoptado el acuerdo, que deberá comunicarse en 15 días a este órgano y antes del 30 de octubre al Tribunal Superior de Justicia valenciano (TSJCV), que anuló inicialmente el programa por esos 17,5 millones en cargas urbanísticas que estaban muy por encima del tope legal establecido en el 10 %.

Según la concejal de Urbanismo, Lourdes Caselles (PP), "el asunto acabará muy probablemente resolviéndose en un juzgado", aunque ello no afecta a la resolución del contrato.

Aunque todos los grupos han mostrado su acuerdo con la propuesta, el socialista Rubén Martínez ha lamentado que esta situación "es muestra de una política urbanística del PP de hace años que no ha ido nada bien a la ciudad de Benidorm".

Mientras, Leopoldo Bernabéu, de CBM, ha sentenciado que Armanello representa "el fracaso del urbanismo conveniado", en tanto que Rafael Gasent, de Ciudadanos (C's), se ha quejado de que, al no haberse desarrollado la zona, ésta "se ha convertido en un foco de inseguridad y problemas".

En eso ha coincidido la liberal Gema Amor, quien ha asegurado que "lo que iba a ser 'la milla de oro', ha pasado a ser la peor imagen de la ciudad".

Por su parte, Josep Bigorra, de Compromís-Els Verds, se ha mostrado preocupado con el futuro del sector, aunque sus dudas han sido respondidas por la edil de Urbanismo, quien ha explicado que será "el Consejo Asesor de Escena Urbana el que decidirá el diseño urbanístico de esa área".

Otros puntos del pleno

Por otro lado, en la sesión de hoy ha salido adelante un convenio con el agente urbanizador del polígono industrial por el cual el ayuntamiento modificará el uso del plan parcial para que el suelo sea terciario en su mayor parte, compatible con el uso industrial.

También se ha aprobado otro convenio con la mercantil Unibail Rodamco, que pretende construir un gran centro comercial en el polígono, por el cual aportará tres millones de euros para hacer una gran rotonda que unirá el polígono industrial con la variante de la N-332.

El consistorio, por su lado, aportará los aproximadamente 1,8 millones que costará el resto de la rotonda.