La mayoría de personas que hayan pisado cualquier calle del país en estas dos últimas semanas habrán notado que hace mucho calor, más de lo habitual. Y los socorristas de las playas de Benidorm no iban a ser menos. La secuencia cálida que está azotando a toda la península también hace estragos a los encargados de la seguridad de la joya de la corona de la ciudad. Y para mitigar estos males, la concesionaria que se ocupa de este servicio ha equipado y formado a los trabajadores.
Y es que, según comentan desde la empresa, han sufrido tres bajas en las dos últimas semanas a consecuencia de las altas temperaturas. Todos ellos con un ligero golpe de calor a partir de las 16 horas, que les hizo abandonar su puesto de trabajo y no volver, uno de ellos causando baja al día siguiente, sin mayores consecuencias por fortuna.
Los socorristas están equipados de trajes con tejido térmico como los del año pasado y han recibido todos un curso sobre factores de riesgo del calor, al que en 2014 sólo acudieron la mitad. Este verano les permiten refrescarse en el mar siempre que el jefe de playas esté delante, pueden caminar por la orilla con una botella de agua y han traído unas sombrillas desde Estados Unidos que proporcionan unos ocho grados menos que en la sombra normal.
Asimismo, explicaron desde el servicio de socorrismo que las olas de calor repercuten en el aumento del número de bañistas: la media de la temperatura del mar está unos 4 grados por encima con respecto a junio de otros años. Como consecuencia, también están registrando unos mil usuarios en las plataformas, cifra que sólo alcanzan en agosto. Aún así, explican que no han incrementado el número de intervenciones.
