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Un verano «low cost»

Los hoteles de la Costa Blanca tienen todavía la mitad de las plazas del verano sin vender

Un verano «low cost»

Más de 30.000 plazas aún por vender y con la mirada puesta en cómo elevar el nivel de gasto de los turistasnivel de gasto . Este es el reto al que se enfrenta el sector de la Costa Blanca que se prepara para recibir, un año más, a los miles de turistas que visitarán la Costa Blanca a partir del mes que viene -en apenas dos semanas arranca la temporada alta- en un verano que volverá a estar marcado, todavía, por la crisis que sacude a las familias españolas. De hecho, según el Instituto Nacional de Estadística, el 53% de las familias españolas no podrán coger ni una semana de vacaciones pues bastante tienen con llegar a final de mes. Reserva de última hora y con el presupuesto justo, pero al final los turistas vendrán, seguro que vendrán. Otra cuestión es si su nivel de gasto será suficiente para la rentabilidad de un sector del que dependen directamente 300.000 empleos en la provincia y supone el 14% del PIB. El auge de la «economía colaborativa» tampoco levanta pasiones en el alojamiento reglada y que paga sus impuestos.

Antonio Mayor, presidente de Asociación de Hoteles de Benidorm y la Costa Blanca (Hosbec), advierte de que la competencia de la bautizada como economía colaborativa, bajo la que se esconde gran parte del alojamiento sumergido, puede marcar el devenir de una temporada alta para la que, pese a los buenos augurios, todavía quedan por vender la mitad de las plazas. «Yo creo que va a ser en su conjunto un buen verano como lo fue el de 2014 pero, ojo, todavía quedan muchas camas por vender y no se han visto, por ejemplo, los efectos de una libra alta y la bajada del petróleo. Cierto que se nota más optimismo y movimiento en los restaurantes pero un año más la reserva de última hora va a marcar la temporada». Mayor sí que se muestra preocupado, al igual que otros empresarios del sector, por el auge que está alcanzando la economía colaborativa. «Hoy en día resulta muy fácil comprarse un billete de avión y pasar dos semanas en casa de un amigo lo que reduce el nivel de gasto y no es más que un ejercicio más de competencia desleal que nadie es capaz de parar».

La Costa Blanca revalidó en 2014 el título de ser la zona turística más barata de España al registrar un ingreso medio por visitante de 864 euros (para una estancia de 9 días), 36 euros menos que la media nacional y, por debajo del resto de destinos rivales en sol y playa como la Costa Brava, la Costa del Sol, Baleares y Canarias. Se nota todavía la repercusión que ha tenido la crisis económica que ha sacudido España desde 2008 y que ha hecho que los precios medios, tanto hoteleros como los de la hostelería en general lleven congelados desde hace siete años, lo que lastra la cuenta de resultados e impide que muchos industriales puedan acometer mejoras en sus establecimientos.

Los empresarios confían, no obstante, en la recuperación del mercado español al haberse observado desde inicio de año un repunte del consumo derivado de la mejora de las perspectivas económicas y la creación, tímida todavía, de empleo. Jose María Caballé, presidente de la cadena Servigroup, comparte el optimismo en cuanto a que la temporada alta que oficialmente comienza el próximo 1 de julio pueda ser buena. Sobre todo por la recuperación que se espera del turismo nacional, de Madrid y del centro de España, pero también cada día con más peso el de provincias limítrofes como Valencia (interior), la propia Alicante y Albacete. El reto, como en años anteriores, será elevar el nivel de gasto. «Todas las señales son buenas y las reservas han crecido un 5% en relación con el verano pasado pero insisto en que la batalla del sector hotelero no tiene que ser tanto la obsesión por llenar las habitaciones. Debemos trabajar con unas tarifas acordes con el producto que ofrecemos porque de no ser así estamos perdidos», subrayó el empresario, quien advierte de que «de un tiempo a esta parte en Benidorm llegan grupos de turistas que apenas consumen y su comportamiento no es el más idóneo. Por ahí no vamos bien», subraya José María Caballé.

El turismo español, el británico, portugueses y rusos, la mayoría con una segunda residencia en la Costa Blanca, serán una temporada más los grupos de visitantes que sostengan al sector turístico hasta el próximo 24 de octubre. Aena prevé que pasen por la terminal entre el pasado abril y noviembre un total de 8,4 millones de pasajeros, de los que 3,4 millones serán británicos y 175.000 rusos, un mercado todavía menor, pero que tras la caída del año pasado por la depreciación del rublo muestra síntomas claros de recuperación en la provincia como certifica el porcentaje de crecimiento estimado, un 11% sobre la temporada alta de 2013. Hasta tres compañías conectan con vuelos regulares Alicante y Moscú y todos los aviones van llenos.

Los que no fallarán un año más son los ingleses y crece también exponencialmente el tráfico aéreo con Argelia, con 176.900 plazas programadas y 1.100 vuelos, un 25% más que 2014, lo que consolida las relaciones de la provincia con el estado magrebí y la condición de la terminal como una de las puertas de entrada en Europa. Dentro de las rutas aéreas que más han crecido este año destaca la conexión con Leeds, ciudad del norte de Inglaterra, cuya oferta de plazas aumenta un 24% hasta alcanzar los 211.000 asientos y 1.112 vuelos.

Por otro lado, en cuanto al mercado nacional, se consolida el vuelo con Santiago de Compostela (Ryanair ha decidido mantenerlo durante todo el año) y los enlaces clásicos con Madrid, Barcelona, Bilbao, Palma, Ibiza y Canarias, además de los nuevos con Tenerife, Menorca, Santander, Asturias y León. Otras novedades son las nuevas rutas a Roma y Hamburgo operadas por Easyjet, Colonia, Argel, Viena, Turín, Carcacassone, Amberes, Varsovia, Venecia y Gdnsk.

El aeropuerto batió el año pasado su récord de pasajeros -por primera vez en su historia superó los 10 millones de usuarios en un ejercicio- y los datos de la temporada alta indican que en 2015 la cifra final se acercará a los 10,1 millones de usuarios. Todo en el marco de la espectacular cifra de beneficios del ejercicio anterior, cuando El Altet alcanzó los 50,5 millones de euros antes de impuestos, el quinto mejor registro de España y superando al madrileño Adolfo Suárez (Barajas), lo que le hizo subir un puesto en rentabilidad dentro de la red de Aena. El aeropuerto cerró 2014 con unos ingresos totales de 142,7 millones de euros, once más que el año anterior en los que los beneficios habían sido de 25 millones de euros.

En Alicante, la ocupación ha crecido un 5% desde enero gracias, según los hoteleros, a las nuevas rutas desde el aeropuerto y la recuperación de los congresos. El verano se presenta bien en principio pero en Alicante el fenómeno de la reserva de última hora es determinante, por lo que prácticamente los hoteleros trabajan día a día. Pero el verano pasará y llegará una nueva temporada baja en la que resulta clave que en la ciudad pasen cosas, sobre todo cuando este año no toca Volvo Ocean Race. La salida de la prueba garantizó un año bueno para Alicante como lo fue 2014, pero los empresarios mantienen la voz de alarma por la fuerte estacionalización turística que sufre Alicante. La salida de la Volvo, regata que provoca en un mes unos ingresos a la provincia de 100 millones de euros y se ha convertido en evento clave. De ahí que aunque esté firmada la edición de 2017 y la organización sueca bendiga Alicante, las presiones de Lisboa y Dubai son muy fuertes y ahora mismo hay que esperar cuál será la política del nuevo Consell.

Con todo, los hoteleros de la ciudad de Alicante encaran con optimismo la temporada alta tras cerrar dos meses, abril y mayo, en los que la ocupación ha crecido casi cinco puntos respecto a 2014 gracias, sobre todo, a la recuperación del turismo de congresos y los nuevos destinos directos que ofrecen la compañías aéreas.

Cristina Rodes, presidenta de los hoteleros de Alicante lo tiene claro. «El verano habrá que pelearlo pero será difícil que no llenemos en agosto, pero en Alicante nuestro principal caballo de batalla sigue siendo la pretemporada, el periodo que va de marzo a junio y el que son fundamentales los congresos y que en la ciudad pasen cosas. Este año nos ha ido bien y también se nota más movimiento de las empresas». Rodes alertó, por otro lado, de que «el adelanto del inicio del curso escolar es aberrante porque hunde la mitad de un gran mes».

A esto se sumará, un verano más, el alojamiento sumergido debido al desvío de miles de turistas extranjeros a los apartamentos en régimen de alquiler que escapan al control de la Administración. De hecho, el año comenzó con datos alarmantes, como el hecho de que turistas extranjeros en establecimientos no reglados crecieran un 24% en el primer trimestre, veintitrés puntos menos que el de los hoteles.

Por su parte, el presidente de la Confederación de Hoteles y Apartamentos, Joan Molas, ha lanzado su mensaje. «No es recomendable que los cambios políticos conduzcan a un desconcierto en un sector que necesita tranquilidad y diálogo».

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