La familia Llinares Zaragoza, propietaria del Hotel Voramar de Benidorm, conmemoró ayer las bodas de plata del establecimiento, enclavado en el centro de Benidorm y que fue uno de los primeros hoteles que abrió sus puertas en la ciudad coincidiendo con los años del boom turístico. El acto sirvió para recordar al fallecido Juan Llinares, quien junto a su esposa María Zaragoza, fue el «alma máter» de este hotel. Ésta, junto a sus hijos Francisco y Dolores, recibieron a los invitados para recordar a clientes y empleados que han pasado por él desde 1965.