Un testigo del juicio de Terra Mítica aseguró ayer que conocía a Alfonso Gómez Haro, el indigente que figuraba como administrador de la empresa Les Simetes de Partagás, pero que en la empresa estaba «de bulto», «no daba instrucciones y lo tenían para firmar nóminas». El testigo admitió que trabajó para Simetes de Partagás durante seis o siete años, y que era habitual que «les cambiarán de una empresa a otra», para lo que no firmaban contratos nuevos. Otro de los testigos, yesero de profesión, que también trabajó para Simetes de Partagás, explicó que realizó para esta empresa algunas obras en Rocafort y Moncada, pero que nunca trabajó para Terra Mítica. Ambos testigos coincidieron en explicar que cobraban en un bar, o a veces en una gestoría en Paterna, en metálico o con pagarés, y que recibían una cantidad fija. Ayer testificaron también dos trabajadores contratados por Nou Mil·leni, y que aseguraron que les daban contratos «confeccionados», ya que «en aquella época venían con los contratos y los firmabas», para obras en Manises y Valencia, y que nunca trabajaron en Terra Mítica