Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Benidorm

Pugna por el negocio de la ropa usada

Ocho empresas optan a quedarse con una contrata municipal para explotar el reciclaje de textiles a cambio de un canon mínimo de 25.000 euros al año

Pugna por el negocio de la ropa usada

Ocho empresas, ocho, han presentado al Ayuntamiento de Benidorm sus ofertas para poder explotar la recogida de ropa, zapatos y otras prendas textiles usados que los ciudadanos dejan para reciclar en distintos contenedores diseminados por toda la ciudad. La cifra llama cuanto menos la atención si tenemos en cuenta que es una de las más elevadas que han tenido que analizar los técnicos del departamento de Contratación en los procedimientos de licitación llevados a cabo en los últimos años. Así lo reconocieron ayer fuentes municipales, que se reconocieron «sorprendidas» por el alto interés de las empresas por este concurso. Y aún lo es más si ahondamos en algunas de las exigencias que pedía el Consistorio para poder optar al concurso. Y es que, al parecer, la recogida de ropa en los contenedores ha dejado de ser un canal directo relacionado con la beneficencia para convertirse en todo un negocio.negocio

Requisitos

De las ocho ofertas recibidas, una quedó fuera del primer proceso de calificación al no acreditar la solvencia económica para gestionar este servicio. No en vano, para poder concurrir, los pliegos aprobados por el Ayuntamiento exigían, entre otros requisitos además del de la capacidad económica, abonar un canon anual mínimo de 25.000 euros a las arcas municipales, en pagos mensuales a mes vencido y que se revisará anualmente; disponer de un seguro de responsabilidad civil con cobertura no inferior a dos millones de euros; hacerse cargo de la renovación y mantenimiento de los contenedores; del personal necesario para ello; o presentar un aval bancario por el 5% del importe de la licitación. A cambio, además de gestionar las cerca de 70 toneladas que depositan al año en los contenedores de Benidorm, podía elevar la cifra de éstos de los 22 actuales a un máximo de 40.

Siete firmas siguen concursando. Éstas tienen radicada su sede social en distintos puntos de España, desde L'Ametlla del Vallés a Santa Cruz de Tenerife, pasando por Alzira, Ceuta o varias localidades de Madrid. Según la información recabada por este diario, en su mayoría tienen presencia en ayuntamientos de todo el país, donde también se dedican a gestionar contenedores de ropa usada y otros enseres, que después clasifican y dividen en dos grupos: la «usable» y la que no lo es.

¿Y cuál es el siguiente paso? Según explican éstas en sus páginas web, alrededor de un 70% o más de las prendas que se dejan en los contenedores sigue estando en buenas condiciones para ser utilizada, por lo que mayoritariamente se comercializa en países de África, Asia o Sudamérica o se revende en tiendas de segunda mano que también explotan algunas de ellas en España. Pero el beneficio no acaba aquí.

Las prendas que son «no usables» por estar rotas o manchadas se destinan a otros usos, como la confección de trapos, hilos o borras para el relleno de cojines o tapicerías. Aunque algunas mercantiles dicen destinar parte de sus ganancias, no concretada, a causas sociales, lo cierto es que se reutiliza prácticamente el 100% del género para hacer un negocio casi redondo.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats