«El mejor servicio que podemos hacer por Benidorm es anteponerlo al partido»

La presentación corrió a cargo de Manuel Pérez Fenoll, presidente del PP de Benidorm, quien dijo tener «sed de urnas» e «impaciencia» para la celebración de las elecciones, que su partido encaraba con un candidato a quien definió como un «hombre sensato, honrado, íntegro y de fiar».

Tras sus palabras, cedió el turno a un joven de Nuevas Generaciones de Benidorm, Abrahán García. Éste olvidó en su discurso la circunstancia de que el PP gobierna en la Comunidad Valenciana desde hace dos décadas y en Benidorm lo ha hecho durante 13 años de los últimos 20, defendiendo su apuesta por un partido que logre dar al panorama actual «un giro de 180 grados» tras «haber crecido con promesas incumplidas», con «falsas esperanzas» y viendo cómo sus amigos, «por la falta de trabajo, se van al extranjero».

Veterana entre los populares benidormenses, Carmen González, devolvió después el protagonismo al candidato tomando la palabra para definirlo como una persona que ha sabido mantener «el entusiasmo, el compromiso y la tenacidad» que tenía cuando le conoció en la década de los 90.

El siguiente en subir a escena fue Pepe Císcar. El presidente de los populares en la provincia destacó que «para el PP gobernar Benidorm es muy importante y si no se consigue, sentimos que tenemos un problema que solucionar», y añadió que «esta vez no se nos va a escapar». Tras ensalzar la política autonómica del PP y arremeter contra «los conglomerados de partidos de izquierdas, antisistemas y rupturistas que lo único que quieren es tirar al PP», cedió la palabra al candidato, Toni Pérez.

Éste, con una intervención mucho más personal, desveló que se cumplían 24 años desde que subió por primera vez a un escenario político y que lo hizo en el mismo lugar donde se presentaba como alcaldable. Recordó aquel primer mitin con 22 años y su inclusión en la lista del PP de número 17 el año en que el partido comenzó a gobernar Benidorm, aunque él entró de concejal de gobierno más tarde, en 1995. De su presencia en sucesivos gobiernos locales reseñó la «satisfacción» por «las cosas que el PP» le «ha permitido y no permitido hacer en Benidorm» y, lejos de esconder su veteranía, defendió el trabajo realizado, enfatizando que no cesará de esforzarse «con la máxima honradez» por Benidorm. Además, frente a la plana mayor del PP, enfatizó que «Benidorm no quiere ser ni recibir más que nadie, pero quiere recibir lo que en justicia merece» y en este sentido recalcó que «el mejor servicio que podemos hacer por Benidorm y por el Partido Popular es anteponer siempre Benidorm al partido».

Entre sus objetivos: «un Benidorm más limpio en la ética, en la moral y en sus calles», «acabar con el si-si y prometer sólo lo que podamos cumplir».

El acto lo cerró el presidente de los populares en la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra, quien dirigió sus palabras, sin citarla, a la liberal Gema Amor. «Me habían dicho que en Benidorm hay muchas familias del PP y yo veo aquí solo una... Algunos se presentan diciendo que eran del PP y no lo eran. Querían que les votarais y luego han demostrado que lo único que buscaban era garantizarse un sillón y apoyar al PSOE en estos años. Nadie sustituye al PP».

El dirigente popular continuó arremetiendo contra los socialistas evitando citar proyectos estancados por su Administración en Benidorm. Así, destacó la omisión en su discurso del Centro Cultural de Benidorm; la ampliación del hospital comarcal o la construcción de uno de crónicos en Benidorm; las obras del IES Pere María Orts; o la eliminación de barracones escolares en una de las comarcas con más aulas prefabricadas. Para terminar Fabra defendió su gestión en Sanidad y Educación aludiendo, en el primer caso, a la inauguración de un hospital en Gandía, y en el segundo, a que «cuando hace unos años gobernaban los socialistas estudiar Inglés en un colegio solo estaba al alcance de los ricos... y hoy con el PP está al alcance de todos».