Días después de que La Vila inaugurara con cuatro años de retraso su museo arqueológico sin exposición alguna en su interior, l'Alfàs del Pi celebró ayer el cuarto aniversario de la apertura de su museo al aire libre del Albir, creado sobre sus termas romanas, exponiendo al público 45 piezas descubiertas desde 2008 hasta ahora en la nueva sala abierta al público.

Son en su mayoría elementos suntuarios -como un anillo de bronce, agujas para peinarse o un sello de panadero para marcar los panes en fechas especiales- además de algún objeto curioso como un grafito en un ánfora oriental de la zona de Palestina con un símbolo con el nombre de Cristo, que constituye una de las pocas evidencias existentes en la Marina Baixa del culto cristiano que se profesaba en el siglo V. Todos ellos pueden verse en vitrinas especiales a través de las cuales uno puede hacerse una idea del nivel de vida de los antiguos moradores de la villa.

A la apertura de la nueva sala de audiovisuales del museo, en donde se realizarán charlas, cursos y talleres, tampoco ha faltado, a través de un vidrio la propietaria de la villa, Dómina, acompañada por su siervo Paccius, que ha mostrado a los visitantes la ampliación y mejora de sus baños privados.

El museo al aire libre de l'Albir supera las 40.000 visitas desde su inauguración en marzo de 2011. En él se realizan de forma ocasional visitas teatralizadas y desde el pasado verano puede visitarse también apoyados por tablets en las que mediante una aplicación móvil se permite la visualización virtual en 3D de cualquier elemento de la antigua villa romana. La aplicación es la primera guía de realidad aumentada que se ha puesto en marcha en un yacimiento al aire libre en Europa.