Un vasto edificio de 4.500 metros cuadrados diseñado por el arquitecto vilero Tomás Soriano abría ayer sus puertas en la calle Colón como sede del nuevo museo de La Vila Joiosa, Vilamuseu. A la inauguración asistían representantes locales del ámbito político, empresarial y social, así como altos cargos gubernamentales como el vicepresidente de la Generalitat, José Císcar, la consellera de Cultura y Educación, María José Catalá, y la presidenta de la Diputación de Alicante, Luisa Pastor.

Centenares de visitantes recorrían ayer por la mañana esta sugerente obra arquitectónica en una apertura en la que a gran cantidad del público le surgía la misma duda: «Si es un museo arqueológico, ¿dónde están las piezas?». La respuesta a esta cuestión la tenía ayer el concejal de Cultura de La Vila, José Lloret. El edil aseguró que, por un lado, no han tenido «el tiempo suficiente» como para montar una primera exposición y, por otro, la estrategia seguida es que «queríamos dar a conocer la singularidad del edificio como obra en sí, y creíamos que la inclusión ya de piezas podían restarle protagonismo», dijo a este diario.

Es más, las jornadas de puertas abiertas que ha preparado el Ayuntamiento del viernes al domingo (de 11 a 14 horas y de 17 a 21) tendrán como objetivo enseñar a los visitantes la nueva construcción erigida en lugar en el que estaba el antiguo colegio Doctor Esquerdo. Sin embargo, el edil también reconoció que el hecho de no haber podido tener lista una primera exposición para esta apertura del nuevo Vilamuseu tiene también que ver con una falta de recursos, sobre todo humanos, del Consistorio.

«Hay que tener en cuenta que tenemos en marcha más de cuatro excavaciones, así como la preparación de diferentes conferencias, etcétera. La Vila, en el terreno arqueológico, está de moda y eso es muy positivo para nosotros», sostuvo satisfecho el concejal de Cultura, además de adelantar que en menos de un mes tendrán lista una exposición introductoria del patrimonio arqueológico de La Vila. También señaló que a partir de la semana que viene los visitantes podrán ver el proceso de cómo los arqueólogos van preparando las diferentes muestras programadas, «que es algo que nos han demandado mucho los usuarios», apostilló Lloret.

Asimismo, más de un centenar y medio de estudiantes aprovecharon ayer para concentrarse frente al museo para protestar por las instalaciones obsoletas con las que cuenta este municipio en materia educativa. Se quejaban de los barracones en los colegios Doctor Esquerdo y Gasparot, y las reivindicaciones sin atender de institutos como el Marcos Zaragoza. También denunciaban el decreto 3+2 aprobado por el Ministerio de Educación. Catalá consideró que han cumplido con este municipio al estar en marcha el proceso para construir el nuevo Gasparot.