El Palau d'Esports L'Illa de Benidorm, clausurado desde hace una semana por un brote de legionela que ha afectado al menos a seis usuarios, ya registró un primer positivo por presencia de legionelosis el pasado mes de septiembre. Así se desprende de una analítica realizada para el Ayuntamiento por una empresa especializada, a la que ayer tuvo acceso este diario, que identificó la presencia de esta bacteria en las duchas de los vestuarios de hombres y de mujeres, donde ahora también se cree que ha estado el foco, a falta de una confirmación oficial.
Las muestras se tomaron el 17 de septiembre de 2014, después de realizar el proceso de desinfección y limpieza rutinario que se debe hacer, según la ley, como mínimo de año en año. La recogida se llevó a cabo tanto en las instalaciones de agua caliente sanitaria como en las de agua fría sanitaria de consumo humano. Y en ambos vestuarios el análisis dio positivo en «legionella pneumophila serogrupo 2-14», una variedad que, según afirmaron ayer fuentes municipales «es la menos patógena» y apareció «en un grado ínfimo de colonias». De hecho, no se tiene conocimiento de que en aquella fecha hubiera ningún afectado.
Ahora bien, el resultado del muestreo en el vestuario femenino, además de esta tipología, también identificó otra variedad: la «legionella spp», un término que se refiere a «cualquier especie» y que indica que las condiciones de la instalación en la que está presente son «adecuadas y tienen muchas posibilidades para desarrollar la bacteria, por lo que se deben tomar medidas inmediatas para evitarlo», según aseguraron fuentes sanitarias consultadas por este diario.
A raíz de los resultados positivos, los primeros que se detectaban en el Palau d'Esports desde su apertura, según fuentes municipales, el Ayuntamiento llevó a cabo un proceso de hipercloración en el mes de octubre y, tras repetir los análisis a los 15 días, el resultado ya fue negativo. Las mismas fuentes indicaron que se llevaron a cabo «todos los pasos recogidos en los protocolos de actuación» e insistieron en que, de no haber aparecido el brote detectado la pasada semana, «no habría sido necesario realizar más controles hasta el próximo octubre», dado que la ley recoge la obligatoriedad de realizar estos procesos de limpieza como mínimo una vez al año.
Asimismo, descartaron que exista relación entre aquella primera analítica y el brote detectado la pasada semana, dado que los análisis realizados en octubre descartaron que hubiera rastros de la bacteria.
Responsabilidad de la empresa
Frente a la versión oficial, y sin ánimo de crear alarma, otras fuentes municipales consultadas por este diario consideraron que las medidas adoptadas por el Ayuntamiento entonces fueron «superficiales» y «no se tomaron otras de carácter estructural para erradicar cualquier posibilidad de que se siguiera desarrollando la bacteria», como la limpieza de depósitos donde se almacena el agua caliente u otras actuaciones que contempla la normativa sanitaria para estos casos. Entre ellos, las mismas fuentes señalaron que las actas de inspección del agua caliente muestran que la temperatura siempre está por debajo de los 50 grados centígrados, que es lo que exige la ley, y nunca se alcanzan los 60, la temperatura que minimiza el riesgo del desarrollo de legionela o acaba con ella.
Por último, lamentaron que fuera el Ayuntamiento quien en septiembre se hiciera cargo de las labores de desinfección, cuando el pliego de condiciones establecía que estos trabajos debían ser responsabilidad de la empresa que explota la piscina y el gimnasio del Palau.
El recinto continúa clausurado
Por lo que respecta al brote de legionelosis detectado la pasada semana, fuentes sanitarias indicaron ayer que sólo dos de las seis personas infectadas siguen ingresadas en el hospital comarcal y que su evolución está siendo favorable. Asimismo, desde el Ayuntamiento avanzaron que hoy realizarán una nueva reunión de seguimiento y que están a la espera de conocer los resultados de las muestras tomadas por Salud Pública en el Palau para conocer el foco y la tipología de la bacteria que ha provocado la infección.
Una empresa especializada volvió a realizar ayer un nuevo proceso de hipercloración, mientras que un equipo de fontaneros estuvo cambiando válvulas y otras conducciones de la instalación por recomendación de Sanidad. El recinto deportivo continúa clausurado por octavo día y el Consistorio confía en poder reabrirlo en unos días.
