El nuevo PGOU de Altea entra en su recta final, aunque todavía quedan tres etapas y algo más de un año para llegar a la meta. Ayer, el pleno municipal aprobó, con los votos favorables del PP, Cipal y PSOE, y el voto en contra de Compromís, la exposición pública de lo que será el Plan General de Ordenación Urbana.

Para llegar al momento actual de la revisión del PGOU vigente desde 1982 y la elaboración de uno nuevo, el Ayuntamiento ha tenido que superar varios escollos. La revisión del plan general viene intentándose desde el pasado siglo pero nunca había llegado a término. En la legislatura pasada el gobierno socialista de Altea inició el trámite de revisar el PGOU sin conseguirlo. Eso sí, antes de acabar el mandato, los socialistas remitían en mayo de 2011 a Territorio el documento de inicio de tramitación del Plan General de Altea, y el 15 de febrero de 2013 la Comisión de Evaluación Ambiental de la Conselleria de Ordenación del Territorio de la Generalitat Valenciana emitía el «documento de referencia», piedra angular del nuevo PGOU.

Tras el pleno, el alcalde de Altea, Miguel Ortiz, invitó a Compromís, pese a su voto en contra, a sumarse al acuerdo «porque el PGOU no debe ser ni del equipo de gobierno, ni de un partido, debe ser el Plan de la corporación y de todo el pueblo de Altea». Del nuevo documento destacan, según la concejala de Urbanismo Carolina Punset, la desclasificación de más de 7 millones de metros cuadrados de terrenos «con gran valor paisajístico dignos de protección. Una propuesta muy audaz y pionera en la Comunidad Valenciana», afirmó, «aunque esto no es definitivo porque queda el periodo de alegaciones», añadió. La líder de Cipal dijo que el PGOU vigente de 1982 era «extremadamente desarrollista con un exceso de suelo». «Ahora habrá un crecimiento cero respecto a este, y habrá un crecimiento controlado y de baja densidad con solo un 4 por ciento de suelo urbanizable de nuevo desarrollo a realizar en un máximo de 20 años para evitar la especulación».

El alcalde anunció que habrá un periodo de 45 días para la exposición pública del documento para que pueda ser consultado y se puedan presentar las alegaciones pertinentes, pero también indicó que si es necesario se prolongará más tiempo pues «lo importante es potenciar la participación y que haya consenso social».

Casco antiguo

Posteriormente habrá una aprobación provisional por parte del Ayuntamiento y luego la aprobación definitiva por parte de la Generalitat Valenciana. Ortiz destacó que se conservarán todavía más los cascos antiguos de Altea y Atea la Vella «y se protegerá su zona de influencia para mantener el perfil y la silueta de Altea». Además, el suelo no urbanizable «se convierte en prioritario y, por tanto, se protegen grandes extensiones forestales y medioambientales». Se prevé la recuperación de espacios urbanos y la arquitectura típica levantina, y se apuesta «por la protección pormenorizada de los elementos de interés arquitectónico o sentimental para los alteanos».