Tras décadas dando vueltas al modo de poder legalizar una realidad urbanística que no ha parado de crecer en todo ese tiempo, el Ayuntamiento de Benidorm parece haber encontrado la piedra filosofal que podría abrir la primera vía para la regularización de los cientos de retranqueos construidos en la vía pública como extensión de hoteles, comercios, bares, cafeterías y todo tipo de negocios. Así, al menos, lo cree el departamento municipal de Urbanismo, que está redactando una adaptación del conocido como premio hotelero para aplicar algunos de sus parámetros a los cerramientos ilegales que pueblan las aceras y espacios de uso público de la ciudad.
La fórmula que baraja el gobierno local pasaría porque los locales comerciales que hayan realizado un retranqueo cedieran al Ayuntamiento una franja de dos metros lineales de sus fachadas como compensación a cambio de obtener la licencia. En el caso de que este espacio no fuera suficiente para legalizar toda la superficie irregular, los propietarios de dichos locales deberían añadir otras compensaciones, bien adquiriendo suelo destinado a un futuro uso dotacional y cediéndolo al Consistorio, bien realizando una aportación económica que sería calculada por los técnicos en cada caso.
El problema de los retranqueos en Benidorm es una realidad urbanística casi endémica, que viene produciéndose casi desde que Benidorm es lo que es. Estos espacios cerrados, que las diferentes empresas y establecimientos han asentado a lo largo de los años en los lugares comunes de urbanizaciones privadas o sobre suelo público para colocar sillas y mesas o exponer sus mercancías, no están escriturados ni pueden hipotecarse. Es decir, oficialmente no existen. Y por lo tanto no pagan impuestos, al no computarse como superficie comercial.
Todos los partidos, independientemente de su color político, han prometido de manera insistente en los últimos veinte años su intención de buscar una solución para legalizar miles de metros cuadrados en situación irregular, aunque hasta la fecha, ninguna ha llegado a surtir efecto. Y ello, a pesar de que su legalización reportaría un ingente volumen de ingresos al municipio, dado que estos espacios son parte fundamental para la actividad de la mayoría de negocios pero no generan ningún ingreso a las arcas públicas. Y, también, de que muchos de ellos han sido objeto de apertura de expedientes de infracción urbanística o de multas que, en la gran mayoría de casos, ya han prescrito.
El PRI del Casino, como modelo
El caso que ha tomado como modelo el área de Urbanismo para la redacción de este plan para la regularización de retranqueos es el Plan de Reforma Interior aprobado para la construcción del futuro hotel proyectado junto al Casino. En este caso, el Ayuntamiento permitió a la empresa promotora exceder la edificabilidad de la parcela para ampliar hasta en diez metros cuadrados el tamaño de las habitaciones, a cambio de la cesión de cien metros cuadrados en el solar sobre el que se construirá el hotel -dos metros lineales por toda la extensión de la fachada- y un pago en especie de algo menos de 300.000 euros, cuantía en la que se cifró la equiparación de otros 500 metros cuadrados de suelo.
Tras la aprobación de este PRI, el Ayuntamiento elevó a pleno un plan en el que se recogían una serie de parámetros aplicables por igual a todos los hoteles que quisieran ejecutar reformas u obras de ampliación. Es lo que históricamente se conoció como premio hotelero y que ahora se ha pasado a llamar «PRI hotelero», un documento cuya aprobación definitiva aún está pendiente del «OK» de la Comisión Territorial de Urbanismo, pero que extraoficialmente ya cuenta con su beneplácito, según explicaron fuentes del área que gestiona el liberal Vicente Juan Ivorra.
Ahora, los técnicos de este departamento están trabajando para dar «un paso más» y adaptar este plan al caso de los locales. Fuentes municipales avanzaron que la redacción del documento se encuentra ya «en estado muy avanzado» y que, incluso, se han mantenido reuniones con algunas comunidades de propietarios para plantearles la idea.
Acuerdo comunitario
Estas fuentes, no obstante, reconocieron que la misma puede entrañar una dificultad: la mayoría de locales en esta situación forman parte de edificios o grandes comunidades de propietarios, que ocupan suelo comunitario de uso público en su beneficio propio, a pesar de que la propiedad es conjunta. De modo que, para ejecutar la cesión de suelo al Ayuntamiento, sería necesario el acuerdo del conjunto de la comunidad. Para paliar esta barrera, el Consistorio ha planteado iniciar este «experimento» en retranqueos incluidos en edificios donde haya una única propiedad, para después extender la fórmula al resto como ya ocurrió en el caso del Casino.
