El Ayuntamiento de Altea ha iniciado las excavaciones arqueológicas del Molí dels Moros para documentar «este bien patrimonial y conocerlo mejor», además de para «ponerlo en valor», según anunció ayer la concejala de Urbanismo, Carolina Punset. La intervención la lleva a cabo un equipo de arqueólogos de la empresa Alebus, que tiene el cometido de documentar la construcción de forma exhaustiva. Según la edil, los restos que salgan a la luz de la estructura «harán posible explicar con detalle su funcionamiento y permitirán recuperar los escasos elementos muebles que se puedan conservar».

El Molí dels Moros es una peculiar y valiosa construcción, situada junto al cauce del río Algar y responde al esquema de los molinos harineros hidráulicos de tipo islámico, según información municipal.

El trabajo, igualmente, servirá de base para la redacción del posterior proyecto de restauración, que previsiblemente empezará el próximo año.

Una cruz grabada

Uno de las primeras labores ha sido crear una esctructura para evitar el derrumbe de la bóveda y uno de los primeros elementos que se ha podido documentar ha sido una cruz grabada en la fachada, que debe responder al momento de uso del molino, según las mismas fuentes. Este tipo de motivos se suelen considerar signos de protección, «si bien la cronología de los mismos es muy variada», matizan en el Ayuntamiento. La puesta en marcha de este proyecto ha sido posible gracias al convenio que el Consistorio ha firmado con los dueños del molino para que lo cedieran por 15 años, «porque considero un valor añadido para nuestro municipio restaurar, recuperar y poner en valor el patrimonio arquitectónico local», añadió Punset.