Tras cuatro meses cavilando sobra cuál era la mejor fórmula para finalizar el edificio In Tempo de Benidorm, cuya obra se encuentra al 94%, la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (la Sareb) ha hablado y su propuesta ha sido rotunda: solicitar ante el Juzgado Mercantil número 1 de Alicante el concurso de acreedores de la promotora Olga Urbana SL, «sociedad responsable de la construcción del edificio In Tempo», resaltaron ayer en un comunicado en el que hacían pública esta estrategia.

La relación que une al también conocido como «banco malo» con esta empresa es la siguiente: asumió el crédito de 93 millones concedido por lo antigua Caixa Galicia a la promotora alfasina para construir esta enorme mole de hormigón de 200 metros y 47 plantas. En el mes de julio, fuentes de la Sareb avanzaron que tras dos meses de paralización de los trabajos, al parecer porque se acabó el préstamo concedido, ellos mismos habían decidido buscar la manera de terminarlo, entre otras cosas para poder venderlo y recuperar el dinero del crédito. Lo que no sabían era cómo.

Finalmente, han optado por esta opción, con la que tampoco descartan que se termine esta obra, que pretende convertirse en el edificio residencial más alto de Europa. Lo que buscan, según aseguraron fuentes del propio «banco malo» a este diario, es un «amparo legal» ante la situación de insolvencia que rodea a la promotora. Y es que, ante todo, quieren subrayar que ellos no son los dueños del edificio, sino que lo es Olga Urbana.

De hecho, en el comunicado antes citado precisaban que habían tomado esta decisión ante la «situación de insolvencia de la empresa promotora, lo que se ha puesto de manifiesto por sus impagos generalizados y por su incapacidad de hacer frente con sus propios medios a la construcción del In Tempo». El concurso, según añadían, dotará de un control judicial al proceso de valoración de la situación patrimonial de la compañía, su viabilidad y, en particular, la del propio proyecto.

Aunque en un principio se supone que la Sareb adquirió un crédito de 93 millones de euros, ayer aseguraban en el importe de la deuda de la promotora con la Sareb asciende a cien millones de euros. Nunca se ha dejado del todo claro si la Sociedad de Gestión insufló más crédito a la promotora para que continuara el proyecto. El «banco malo», ayer por la tarde, no sabía aclarar de dónde salen esos otros 7 millones.

El administrador tendrá la clave

La Sareb considera que sólo el proceso concursal y la intervención de un administrador permitirán dotar al proceso de plenas garantías sobre el control de ingresos y gastos. Es más, la pasada semana reseñaban que el administrador concursal será el que tenga que definir la fórmula para poder, entre otras cosas, acabar las torres.

El mapa que se le presenta no es demasiado halagüeño. Una empresa sin fondos y a la que no dejan de reclamarle los únicos que recogieron en un principio con venta de algunos pisos, muchos de cuyos propietarios tienen interpuestas denuncias en los juzgados. Sin embargo, la Sareb continúa esperando el milagro: ese inversor que llegue dispuesto a comprar el edificio y desmarañe un lío más grande que el propio In Tempo.