La visita del diputado provincial de Turismo, Joaquín Albadalejo, ayer a Benidorm tuvo una de cal y otra de arena. Primero, el responsable del Patronato Costa Blanca participó junto al presidente de Hosbec, Antonio Mayor, y la edil de Turismo benidormense, Gema Amor, en la rueda de prensa para realizar un balance de la temporada, y en cuya mesa también se sentó la gerente de la Fundación de Turismo, Leire Bilbao, quien no obstante apenas compareció. La intervención se produjo con total normalidad y muchos puntos en común desde el inicio al fin, y fue después, cuando estaba previsto que éste participara en una aperitivo con empresarios turísticos, cuando protagonizó una pataleta que dejó absortos a los directivos de Hosbec.

Para sorpresa de estos, Albadalejo decidió permanecer en la sala donde se produjo la rueda de prensa y no salir a la zona donde se servía el aperitivo, tras lo cual trasladó a miembros de esta asociación que no se iba a quedar a una comida posterior, que tenían apalabrada previamente para cerrar asuntos de trabajo y promoción, porque se había sentido tratado «como un gilipollas», según señalaron testigos directos.

Al parecer, como también reconocieron fuentes oficiales de la Diputación Provincial, el enfado del diputado del PP y también concejal de Torrevieja, se produjo porque en la rueda de prensa participó la edil de Turismo de Benidorm, Gema Amor (CDL), cuando según fuentes de la institución provincial previamente se había hablado que sólo participarían Antonio Mayor y el propio Albadalejo.

Desde Hosbec consideraron de mal gusto la actuación del diputado hacia la principal industria turística de la provincia, aunque no quisieron entrar ayer en más valoraciones. Por su parte, fuentes de la institución matizaron que no había dicho la palabra «gilipollas» y agregaron que estuvo en el acto formal, que era la rueda de prensa, y en la comida decidió marcharse «porque no se sentía a gusto».