La mujer mordida el miércoles por un pez sin identificar aún en la playa de Poniente de Benidorm, Raquel Martín, detalló que sufre desgarramientos en la pierna izquierda y necesita el uso de una silla de ruedas. Testigos presenciales afirmaron que vieron en la zona a «un pez con aleta de aproximadamente un metro de longitud».

Raquel Martín, una turista de Madrid, explicó que el miércoles por la mañana se encontraba con su familia disfrutando de un baño en la zona del Balcón de Poniente, a unos 8 metros de la orilla, cuando de repente su marido notó que un pez de gran tamaño le rozó una extremidad. «Instantes después sentí un fuerte dolor, como si me arrancaran la pierna», indicó a este diario la madrileña.

A continuación, según cuenta Martín, con la ayuda de su marido salió del agua y se cercioraron que en la extremidad sufría una herida de la que emanaba sangre. Entonces su esposo le práctico un torniquete cerca de la rodilla, mientras esperaba que la asistieran los miembros del servicio de socorrismo. Pero antes de que estos llegaran, en la playa se encontraba bañándose un turista de Albacete, Rubén, que de profesión es socorrista y la atendió. La afectada dijo ayer que el joven «fue su salvador».

Los socorristas de la zona indicaron a la víctima que debía asistir a un centro médico, según contó Raquel Martín, quien explicó que una ambulancia la trasladó al ambulatorio de Foietes. «Tanto el personal de la ambulancia como el del centro dijeron que era la primera vez que habían visto una mordisco de esta clase y me sacaron fotografías de la herida», señaló la madrileña.

El parte médico especifica que la mujer «presenta mordeduras de un animal marino sin especificar». Pero según señaló la bañista «desde el primer momento el personal supuso que el bocado podría haber sido producido por una especie de tintorera, un tiburón pequeño». Además, dijo que recibió la llamada del personal de Sanidad quién le preguntó si ella había visto qué clase de pez le había atacado.

La afectada aseguró que no puede olvidar el trágico suceso y que en aquel momento sintió como «si estuviera viviendo en su propia piel una escena de una película de terror». Además, declaró que desde hace varios años disfruta de sus vacaciones en Benidorm, pero debido a lo sucedido le ha cogido miedo a la playa y cree que en el futuro no volverá a introducirse en el mar «más allá de la orilla».

Martín afirmó que en estos momentos sufre grandes dolores y que «apenas puede apoyar el pie» por lo que necesita el uso de una silla de ruedas. Actualmente está con tratamiento de antiinflamatorios y antibióticos, para evitar una posible infección. Y añadió que el personal sanitario le informó que «tardaría bastante tiempo» en recuperarse totalmente de las heridas. Añadió que a diario asiste al centro médico de Foietes para que le realicen las curas necesarias y agradeció el trato dispensado por el personal.

Según Rubén y otros testigos presenciales, en la zona ese día se vio «un pez con aleta de aproximadamente un metro». Y detalló que, ante lo ocurrido, los socorristas cerraron la playa durante unas horas, tiempo en el que la Policía y el personal de socorrismo peinaron la zona en busca del ejemplar marino.

Según fuentes consultadas por este diario, ocasionalmente en estas fechas puede haber presencia en la zona de anjovas (pomatomidae), una especie invasora carnívora de aproximadamente 6 kg que se acerca a la orilla y es bastante voraz. El bocado de este animal marino puede llegar confundirse con el de los tiburones, según las misma fuentes.