Las decisiones que desde hace meses viene tomando el alcalde de Callosa d'En Sarrià, Juan Bautista Saval, dirigiendo turnos y cometidos de la Policía Local, le puede salir caro. A él y a los miembros de su junta de gobierno, que han avalado sus decisiones, según informaron ayer desde el sindicato SPPLB, tras haber presenatdo el viernes una denuncia ante la Fiscalía Provincial de Alicante en la que acusa a Saval de «presuntos delitos de acoso laboral y prevaricación, así como de cualquier otro delito que se derive de la instrucción de las diligencias, contra la plantilla de policías locales».

Según explicaron desde el sindicato, la decisión de denunciar al alcalde callosino en Fiscalía responde a «las acciones llevadas a cabo por él en determinadas órdenes emitidas, presuntamente contrarias a derecho y manifiestamente injustas, en las que -a su juicio- se ha intentando minar el prestigio del colectivo, producir desprecio, y desanimar e instigar al pueblo contra sus agentes».

Desde la secretaría comarcal del sindicato en la Marina Baixa añadieron que la denuncia se produce tras meses de intentar mediar entre las partes y constatar «la falta de talante, capacidad e interés del alcalde por solucionar con la máxima celeridad el conflicto que ha generando en su municipio».

En este sentido, el sindicato incidió en que el dirigente popular ha mantenido «conductas que pudieran definirse como caciquistas, dictatoriales y prepotentes», que no quieren dejar «impunes, máximo cuando este tipo de acciones se llevan a cabo con el claro objetivo de desprestigiar, limitar e incluso anular las funciones de la Policía Local del municipio y que pudieran, presuntamente, haber atentado contra su normal funcionamiento».

Entre las decisiones adoptadas por el alcalde figuran: crear estacionamientos sobre aceras; cancelar controles locales y comarcales; imponer las patrullas unipersonales; apertura de expediente a toda plantilla por una presunta huelga en cubierto; y apertura de expediente a una agente por redactar informes pidiendo a los técnicos revisar inmuebles cuyos elementos de fachada consideraba que podrían suponer un peligro para los viandantes.

El alcalde, por su parte, se mostró ayer sorprendido de la denuncia tramitada, que conoció por este medio. Al respecto afirmó: «Nunca he robado ni acosado a nadie, me limito a hacer mi trabajo y no tengo trato directo con ninguno de los agentes». Incidió en que nunca ha «perseguido a nadie» ni se ha metido en la vida personal de los agentes, de quienes solo ha pedido «que hagan su trabajo como Dios manda». Interpretó también la denuncia como una «rabieta» del SPPLB «con apenas tres afiliados» en la plantilla callosina. Y destacó que ha pedido un reglamento para la Policía Local que se lo presentará para que lo revise el sindicato CSIF, con quien sí se ha reunido.