«Cerrada por problemas técnicos». Esta es la frase que multitud de clientes oyeron pronunciar a trabajadores del parque temático cuando tenían intención de subir a la atracción Inferno, donde ocurrió el trágico suceso.

Dos vecinos de Benidorm, que pasaron la tarde en el parque, afirmaron que «al darnos cuenta de la presencia policial sospechamos que ocurría algo más que simples problemas técnicos». Asimismo, algunos clientes contaron que vieron a miembros de una familia «rota de dolor» y que estaban siendo atendidos por personal del parque. «En ese momento fue cuando un grupo reducido de gente comentaba que un joven se había caído de la atracción Inferno», señalaron los testigos.

Los momentos de mayor desconcierto se vivieron sobre las 20 horas, cuando el parque cerrabas sus puertas.

Decenas de personas, que iban a recoger a algún familiar o amigo, criticaban que desde las 18 horas los trabajadores del centro no dejaban acceder a nadie al lugar. Este hecho produjo largas colas de vehículos en la salida y el malestar de los clientes. No obstante, desde el parque comentaron que el cierre de las instalaciones se efectuó como el resto de días.