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La Vila Joiosa

Rescate de un palacete olvidado

La Vila consolidará los restos de la Villa Giacomina de la Malladeta y reconstruirá de modo virtual su estructura original para divulgar su importancia y buscar inversores para su futura restauración

El equipo de arqueología está realizando una fotonometría para reconstruir la vieja villa en 3D antes de su restauración. david revenga

Incluso de lejos lo que resta en pie de su estructura llama la atención. Su nombre real es Villa Giacomina pero se la conoce como «el palacete de la Malladeta» por el nombre de la zona donde se ubica en la Vila Joiosa y por su forma, similar a la de los palacios árabes. Lleva abandonada desde los años 60 y desde entonces, aunque en momentos puntuales grupos de voluntarios han limpiado lo que han podido en ella, se ha deteriorado fruto del paso del tiempo y de los actos vandálicos que la llenaron de basura.

En 2008 el Ayuntamiento quiso llevar a cabo un proyecto en el edificio acondicionando toda la zona verde lindante. Para ello firmó un convenio con el Estado, que prometió para el proyecto 5 millones de euros que no llegaron. Parecía la última oportunidad de la histórica villa de mantenerse en pie, pero le queda otra. El Ayuntamiento vuelve a poner sus ojos en ella y quiere rescatarla como fue. Para ello, en colaboración con la Universidad de Alicante, está perfilando un diagnóstico de los daños del edificio al tiempo que el Archivo municipal lo reconstruirá de forma virtual.

Ambas actuaciones servirán para guiar un futuro proyecto de restauración para el que el Ayuntamiento tendrá que buscar patrocinios e inversores que quieran correr con los gastos y darle uso.

La villa está en lo alto de una colina junto al mar, próxima a otra construcción que tampoco es lo que parece: la oficina del afamado psiquiatra de inicios del siglo XX y jefe del partido republicano, José María Esquerdo, levantada como si fuera una torre vigía de la época de los ataques corsarios.

Fue el ilustre doctor quien compró los terrenos para construir en ellos y en la zona del Paraíso los pabellones de su psiquiátrico, de formas singulares y hoy desaparecidos. Pero fue su sobrino, Alfonso Esquerdo Iborra, quien edificó «Villa Giacomina» en 1905 superando con creces la singularidad de las construcciones de su tío. Y es que el palacete combina diferentes estilos arquitectónicos, desde el neo islámico al neogótico y el modernismo, y está lleno de iconografía masona, como se ha podido saber gracias a las investigaciones del Archivo Histórico Municipal y Vilamuseo.

El constructor

Alfonso Esquerdo marchó a trabajar a Argentina en 1898, donde enviudó de su primera esposa, con quien tuvo tres hijos, y casó en segundas nupcias con Giacomina Bellani de Borgi, hija de un importante constructor (especializado en hospitales) que era masón, como el propio Alfonso.

La pareja retornó a La Vila y ocupó la casa pasando en ella temporadas cada dos años, coincidiendo con el inverno austral.

Entre los símbolos masones encontrados figuran los pavimento de ajedrezado blanco y negro o la decoración arquitectónica que alude a las tres religiones del Libro (una fachada neoislámica, otra fachada neogótica o las estrellas de David que ya solo se aprecian en fotografías antiguas). Según explican desde Vilamuseo, todo ello se vio enriquecido por el eclecticismo de finales del XIX, principios del XX que aunaba diferentes estilos arquitectónicos.

También se conoce que su dueño fue un personaje en su época, amigo íntimo de Blasco Ibañez, quien lo visitaba en su villa. Falleció en 1921, tras lo cual Giacomina regresó a Argentina para no regresar. La casa quedó al cuidado de unos caseros y al final de la Guerra Civil el Ayuntamiento alojó allí al Doctor Bastos, célebre traumatólogo jefe del hospital de guerra Sueco-Noruego de Alcoy, que tras los bombardeos de septiembre de 1938 se trasladó con tal sección a La Vila montando el quirófano en el colegio Doctor Esquerdo.

Los trabajos

Tras vallar el perímetro se apuntalarán los puntos dañados de la estructura, según el diagnóstico del Grupo de investigación en Restauración Arquitectónica de la Universidad de Alicante (dirigido por el catedrático Miguel Louis), y entre este año y 2015 se realizará la reconstrucción virtual gracias al levantamiento fotogramétrico de las fachadas que se está llevando a cabo (tomando fotografías a gran resolución y a medida real para poder medir cualquier elemento como azulejos, molduras, columnas, etc; y gracias a la investigación de Vilamuseo sobre los detalles deteriorados y las infraestructuras hidráulicas de la zona (horno de cal, noria, aljibe, acequias, etc). También se está siguiendo el levantamiento topográfico hecho en 2008 por el Centre National de la Recherche Scientifique cuando acudió a trabajar en el santuario iberorromano que hay muy próximo, y cuyos muros también se restaurarán, además de dotar a toda la zona de paneles interpretativos de la casa, el paisaje y las observaciones arqueológicas que se realizan allí cada equinoccio.

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