La estacionalidad ha pasado factura a los hoteles de la Costa Blanca que, a diferencia de Benidorm, han registrado en enero pasado la ocupación más baja de los últimos seis años, al vender sólo el 31,6% de las camas disponibles, según informó la patronal hotelera Hosbec.

Por lo que respecta a la segunda quincena de enero, la ocupación ha sido del 33,3 %, lo que supone un retroceso de 7,4 puntos en comparación con la registrada en el mismo periodo de 2013, de acuerdo con los datos ofrecidos ayer por la Asociación Empresarial Hotelera de Benidorm y la Costa Blanca (Hosbec).

Desde la patronal explicaron que esas cifras demuestran que en la Costa Blanca «se instala» la estacionalidad y subrayaron que «la provincia de Alicante, en su conjunto, mantiene datos positivos» pero por «los buenos resultados de Benidorm», que ha firmado su mejor mes de enero en nueve años, con una ocupación media del 67,4%.

Así, incluyendo los datos de Benidorm, la ocupación media de la provincia ha sido del 58,5% en enero, con un incremento de 2,3 puntos en relación con el mismo mes del año anterior.

Volviendo exclusivamente a la Costa Blanca, los datos de Hosbec apuntan que el 51% de los clientes alojados en los hoteles era español, frente al 49% de extranjeros.

Entre los internacionales, los más numerosos han sido los británicos, que han representado el 25,4% del total de turistas; seguidos de los procedentes de los países nórdicos (5,6%), belgas (4,7%), alemanes (3%), rusos y de los países del Este (2,7%). El resto de mercados no ha alcanzado el 2%.

Por municipios, los mejores datos de ocupación en enero se dieron en l'Alfàs del Pi, donde se vendieron el 38,7% de las camas disponibles. En Calp, el porcentaje fue del 34,3 % y en la zona de Alicante sur se cerró con un 27,6%. Para la primera quincena de febrero se da «un repunte de la actividad hotelera», puesto que a finales de enero pasado la previsión de ocupación era del 38,5%.